Después de casi dos meses de inactividad, los sectores de la industria que no habían sido exceptuados pudieron abrir sus puertas, pero esta vuelta los pone ante nuevos desafíos y estiman que la demanda tardará no menos de 90 días en normalizarse. Ante esta situación, el sector está pidiendo específicamente que las distribuidoras les cobren por consumo obtenido (lo que realmente se consumió) y no por consumo instalado, ya que esto les causa en este momento un grave perjuicio.
Hasta la fecha en lo que se refiere a servicios, se han instrumentado mecanismos para el pago en cuotas, pero según explicó Julio Totero, vicepresidente de Asinmet (la Asociación de Industriales Metalúrgicos), aún así esto significa un costo muy alto para las empresas que tuvieron niveles cero de actividad.
"Hay problemas con los pagos de los costos fijos de la energía. Lo que estamos pidiendo es reducir la potencia instalada en las empresas, para reducir el costo de la energía, durante los meses de inactividad. Las empresas están haciendo gestiones, pero eso toma tiempo. Por poner un ejemplo por 75 kw de demanda habitual, el cargo fijo sube a $ 50.000", señaló Totero.
El pedido concreto es que o bien "no se les cobre el cargo fijo", o que se reduzca, "porque las Pymes han tenido que hacer frente a gastos de energía y salarios, en un periodo de inactividad, e incluso las que pudieron trabajar lo han estado haciendo en niveles muy bajos, que no llega a más del 25% en el sector metalúrgico", según explicó el empresario.
Por su parte, Mauricio Badaloni, titular de la Unión Industrial de Mendoza, señaló que todas las actividades económicas afectadas por la pandemia comparten preocupaciones por cargos fijos que tienen que ver con el pago de impuestos (inmobiliario, automotor), fondos de comercio, y los servicios.
Pero en el caso de la actividad industrial, como se trata de empresas que tienen "potencias instaladas y hoy no están teniendo actividad, se está buscando que se pague por el consumo obtenido y no por el instalado". El empresario destacó que ese fue un tema que se trató en la junta directiva de la Unión Industrial Argentina porque la problemática es de alcance nacional.
Telemediciones
Desde Edemsa explicaron que con personal reducido, y tomando los recaudos necesarios, desde el sector han evitado hacer "consumos estimados", y en el sector industrial esto se simplifica porque "todo el parque industrial y petroquímico", por ejemplo, está telemedido.
Para explicarlo de forma simple, el medidor tiene "como un celular que toma datos y los envía a la empresa". Y en el caso de los industriales más chicos, en cuanto se habilitó parcialmente la cuarentena, se tomaron las lecturas correspondientes. En cuanto a los paliativos por la inactividad de la empresa, desde Edemsa explicaron que los que se encuentren con problemas en sus próximas facturas pueden pedir el pago en hasta 6 cuotas.
El Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE) informó que los usuarios podrán regularizar la deuda que se genere, accediendo a planes de financiación de hasta seis cuotas mensuales y consecutivas. En estos casos, las distribuidoras podrán aplicar solo la tasa de interés de hasta el 24% TNA (Tasa para Créditos para la Emergencia del Banco de la Nación Argentina), y deberán abstenerse de aplicar cualquier tipo de recargo moratorio o similar. La medida rige para las facturas con vencimiento a partir del 1 de marzo de 2020, por 180 días corridos desde el 24 de marzo, e incluye las facturas con aviso de corte en curso.
Aun así la morosidad sigue siendo un problema para la empresa, porque ronda el 60%, y a pesar de que los datos han mejorado con la apertura de nuevas bocas de pago, el incumplimiento asociado a las dificultades de la pandemia se sostiene.
"El objetivo de Edemsa ha sido, independientemente de la cuarentena, cumplir con las facilidades de pago que se les da a las empresas, y mantener al máximo posible los sistemas operativos", concluyeron desde la empresa.
La demanda del sector
No obstante, desde el sector metalmecánico explicaron que habían elevado el pedido al Gobierno para que el resto del sector industrial se pudiera reactivar y así motorizar el empleo. "Algunos habían iniciado sus tareas por ser esenciales, pero ahora se agregan todos y estamos a la espera de que aparezca la demanda", completó Totero.
"Desde Asinmet hemos ofrecido los protocolos de bioseguridad, y los profesionales (en Higiene y Seguridad y Medicina Laboral) para que las empresas puedan implementarlos. Esta vuelta a la actividad nos pone ante un desafío", agregó.
No obstante, el sector que no necesitaba autorizaciones, pero que igualmente tardará en reactivarse es el que presta servicios petroleros, y es que según el empresario "YPF ha suspendido los contratos y ha cortado la cadena de pagos". "No hay certezas para los casi 3.000 trabajadores que están en sus casas sin poder ir a trabajar", apuntó.
Por el contrario, la fabricación de componentes de software, la industria manufacturera, la química, maderera (con fabricación de muebles), y el resto de las actividades que estaban paradas y que hoy tienen la posibilidad de abrir sus puertas comenzaron a completar órdenes frenadas por la pandemia, pero para una recuperación de la demanda se estima que deberán aguardar "no menos de 90 días".
Sin embargo, para Totero el sector industrial se mueve en círculo, es necesario que las industrias abran para que otras que les prestan servicios puedan trabajar, generar empleo, y así mover la economía de la provincia.
De igual manera, Badaloni señaló que se está viendo un problema grave en el sector que fabrica hierro y aceros que tiene bajas de casi el 60%, cuando la construcción absorbe el 70% de lo producido en situaciones normales, y el 30% restante se demanda por el resto de la industria.
"Este mes se va a definir la continuidad de muchas empresas relacionadas al turismo y la gastronomía, como ya se está viendo en el resto del mundo. Sobre todo porque los famosos ATP (asistencia para el trabajo y la producción) llegaron al 40% de las empresas mendocinas, y el resto tiene que asumir los costos salariales al 100%", agregó.
