Después de las ejemplares condenas en Mendoza por el caso próvolo, hoy vuelve a surgir un caso de abuso sexual por parte de un trabajador de la iglesia. Hugo Perinini, sacerdote católico, fue acusado de violación por un joven catequista en Santa Rosa, La Pampa.
El denunciante tiene 29 años y los abusos habrían ocurrido hace más de una década entre 2007 y 2008. Desde la iglesia realizaron su proceso canónico y Perinini fue suspendido del oficio sacerdotal hace 15 días.
En una audiencia realizada al medio día los fiscales de la causa, Oscar Cazenave y Walter Martos, formalizaron este viernes la acusación por abuso sexual contra el sacerdote.
El acusado se negó a realizar declaración alguna durante la indagatoria, pero en audiencia de formalización dijo ser "inocente de lo que se me acusa".
Desde la Justicia pampeana le aplicaron una restricción de acercamiento a la víctima y lo obligan a presentarse una vez por semana ante la justicia y le prohibieron salir de la provincia y del país sin autorización judicial.
El denunciante le dijo a Clarín que le "costó mucho ir a la Justicia, poder dar este paso. Fue con la ayuda de psicólogos". Además dijo que se animó a declarar y denunciarlo gracias a la valentía de otros abusados que levantaron la voz y expusieron a otros curas.
La víctima en un desgarrador testimonio contó que cuando era menor de edad quiso profundizar su fe, se acercó al grupo de jóvenes. "Luego este sacerdote me invitaba a confesarme en la casa de él, arriba de la parroquia".
Perinini lo invitaba le proponía que confiara en él para que se desahogue, y ganara confianza. "Empezamos una amistad, más de confianza, hasta que empezaron los abusos", relató.
Alejado de la ciudad por las aberraciones cometidas contra su persona la víctima volvió a confesarse en una misa de navidad en el 2011. El cura que lo confesó le dijo que le contara a Mario Poli, actual arzobispo de Buenos Aires.
"Lo esperé y al final de la misa, en la primera fila, le conté todo a Poli. Me dijo que fuera feliz y que fuera a un psicólogo. Nada más. Ahí quedó todo. Me cayó muy mal", contó la víctima.
Recién hace dos años que el abusado se animó a contarle a su familia los horrores por los que había pasado. "Mi madre me apoyó desde ese año" comentó. La mujer presentó la denuncia de abusos ante la iglesia.
El obispo de Santa Rosa, Raúl Martín, dijo que el proceso canónico termino el 19 de noviembre pasado y Perinini fue separado del oficio sacerdotal.
La abogada de la víctima dijo que la víctima no asistió a la audiencia de formalización "porque hay un informe de un psicólogo que aconsejó que no era bueno que estuviera presente en esta audiencia por las consecuencias que podría acarrearle psicológicamente".