Muhammad Ali, que desde hace tiempo dejó listos los preparativos para su último adiós, insistió que los boletos para su servicio fúnebre fuesen gratis. Pero apenas se distribuyeron los boletos el miércoles, muchos ya intentaban sacarle provecho económico.
La gente empezó a hacer fila afuera del KFC Yum! Center en el centro de Louisville desde el martes por la noche, antes que empezaran a repartirse los boletos el miércoles por la mañana. La fila daba la vuelta al estadio, y todos los 15.000 boletos disponibles para el servicio fúnebre del viernes se agotaron en una hora.
Muchos fanáticos de la leyenda del boxeo bailaron de alegría al recibir los cuatro boletos a los que tenían derecho. Miles de otras personas se fueron con las manos vacías.
Tomando en cuenta el factor de oferta y demanda para los cerca de 15.000 asientos en el inmueble, algunos de los que consiguieron boletos los pusieron de inmediato en venta por internet.
El evento contará con la presencia de todo tipo de estrellas, incluyendo un mensaje del expresidente estadounidense Bill Clinton, amigo del excampeón del peso completo que murió el viernes a los 74 años tras una larga batalla con el Parkinson.
El vocero de la familia Ali, Bob Gunnell, criticó a los revendedores.
"Estoy repugnado y sorprendido que alguien trate de enriquecerse del servicio fúnebre de Muhammad Ali'', dijo. "Espero que los que compran boletos, o intentan comprar boletos, detengan esa práctica al no comprarlos. Muhammad Ali quería que fuese un evento gratuito, un evento para todos''.
Entre los que buscaban comprar boletos, alguien escribió que él y su madre iban a manejar desde Chicago para el servicio fúnebre, y que estaban dispuestos a pagar 50 dólares por dos boletos. Pero otros que no pudieron hacer la fila se negaron a pagar por boletos a un evento que Ali insistió que fuese gratis.
Basi Mohammad buscó en internet alguien que estuviese dispuesto a regalarle boletos para el Jenazah, el servicio fúnebre musulmán de Ali que está programado para el jueves.
El oriundo de Virginia, de 22 años, dijo que escuchó de varias personas dispuestas a vender sus boletos, pero los rechazó.
"Creo que es incorrecto'', dijo. "Esa no es la forma de homenajear a alguien, tratando de ganar dinero con su muerte".