La “Catedral”, estadio Bautista Gargantini, tuvo el color habitual de cada presentación de Independiente Rivadavia. Sin embargo, el “calor” fue de menor a mayor. Es que cuando faltaban cinco minutos para el inicio del juego, el estadio lucía casi vacío. Una postal no muy común en el templo Azul.
Varios fueron los motivos para que las gradas se vieran tan vacías al principio. Sin dudas, la principal causa fue el cambio de horario del inicio del encuentro. Una locura más que surgió desde la AFA, ya que a las 15.30 directivos Azules recibieron el llamado desde calle Viamonte, en el cual, les informaron que el partido arrancaba a las 19.30, es decir, media hora más temprano de lo estipulado.
Inmediatamente, el Departamento de Prensa del club a cargo del periodista Marcos Barrera, es puso en acción y utilizó todos los medios comunicación posible para informar el cambio (principalmente las redes sociales).
El otro factor determinante para que la gente ingresara en gran número tras los primeros minutos de juego, fue el superclásico del fútbol argentino, el cual terminó casi con el pitazo inicial de Fernando Rapallini en el parque.
Malestar por doquier
Tras el primer gol de Sarmiento, la platea de Independiente perdió la paciencia y se lo hizo sentir al equipo, al cuerpo técnico y a la cúpula dirigencial. Con el correr de los minutos y como el equipo no cambiaba su imagen, en el sector vip de la platea se produjeron algunos encontronazos entre simpatizantes. Por la reacción de otros hinchas, la cuestión no pasó a mayores, pero varios hinchas tuvieron que abandonar el lugar.
Finalizado el encuentro, un grupo de 100 hinchas se concentró en la puerta del vestuario e insultó al presidente Domingo Marzari.
Apoyo a toda orquesta
Minuto 34 del complemento, gol de Héctor Cuevas y decepción gigante en la “Catedral”. Desde el centro de la popular bajó el reclamo de más actitud para sus jugadores, pero de inmediato, llegó el grito de guerra de los “Caudillos del Parque” que contagió a todo el estadio y se unió en el grito de aliento.