Indignación en Córdoba: mataron a golpes a 37 perros de un refugio

Treinta y siete perros fueron hallados muertos hoy en un refugio para animales abandonados de la capital de Córdoba, provincia donde la semana pasada más de veinte canes fueron asesinados por envenenamiento en la localidad de Carrilobo, y sus cuidadores denunciaron que habían sufrido otros ataques.

En la misma provincia un perro de tres meses, de nombre "Chocolate", murió el 10 de enero tras ser desollado en casi la mitad del cuerpo en la localidad de San Francisco, donde organizaciones ofrecieron recompensa para identificar al responsable del ataque y realizaron marchas en diferentes puntos del país para reclamar por los derechos de los animales.

Los 37 perros fueron asesinados en el refugio del Grupo de Asistencia, Rescate y Readaptación Animal (Garra), ubicado en el barrio San Vicente de la ciudad de Córdoba.

La organización denunció que esta mañana encontraron muertos a los 37 canes que eran cuidados en el refugio, donde algunos fueron ahogados y otros murieron por golpes y aplastamiento.

Una de las encargadas del refugio, Celeste Avila, reclamó en declaraciones a radios locales que la policía preste seguridad en el lugar, ya que no es el primer ataque perpetrado en el predio.

"Hemos sufrido una secuencia de actos violentos para con nuestros refugiados, nuestros garritos, por parte de terceros que aún no están identificados y que por los mismos, ya se encuentran realizadas las denuncias correspondientes", publicó Avila en su cuenta de la red social Facebook.

Asimismo, afirmó que a algunos perros "los mataron a golpes, otros por aplastamientos, otros ahogados, es de terror". Avila afirmó que los atacantes saltaron las tapias del refugio, construido con ladrillos ecológicos, "y mataron a golpes a los perros. Les pegaron con algo contundente".

Más de 20 perros fueron asesinados por envenenamiemto la semana pasada en la localidad cordobesa de Carrilobo, ubicado a 150 kilómetros de la capital provincial.

Los animales aparecieron muertos en las calles de la localidad tras ingerir veneno camuflado en trozos de carne, según determinaron estudios realizados por la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

La Policía, en el marco de la investigación, sospechó de un vecino, por lo que realizó allanamientos en su domicilio y secuestró elementos que podrían comprometerlo con la matanza de los animales.