Si bien el muro fronterizo entre México y EEUU ha cobrado notoriedad este último año por la intención de Donald Trump de ampliarlo y fortificarlo, no es el único del planeta, ni el más largo ni el más resistido. Hay varios otros que separan países, regiones, partes de fronteras y hasta inmensos desiertos, como es el muro del Sahara Occidental en Marruecos, por ahora el de mayor extensión, con 2.720 km de paredes, barreras, zanjas, alambrados y minas antipersonales a través de las ardientes arenas norafricanas.
Pero el récord que tiene el muro sahariano le durará poco tiempo, pues india planea terminar el suyo a fines de 2018, en la frontera con Bangladesh, y que tendrá nada menos que 3.286 kilómetros. Será una barrera hecha con alambres de tres metros de altura, fuertemente custodiada, que costará unos 1.000 millones de dólares. Dicen que el propósito de su construcción es deterner la inmigración ilegal, el contrabando y el paso de supuestos terroristas. Se piensa además que de esta manera se apaciguaría a los separatistas assameses que han atacado últimamente a inmigrantes ilegales provenientes de Bangladesh.
Este proyecto ha ocasionado enfrentamientos entre el gobierno de Bangladesh con el de la India, ya que se está construyendo a menos de 150 metros de la frontera entre las dos naciones involucradas, algo prohibido en los tratados de paz de 1974. Además, hay ciudadanos indios que se quedarán aislados ya que sus casas se encuentran entre la frontera y el muro. Se calcula que medio millón de personas deberán abandonar sus hogares debido a este muro.
También hay muros entre Chipre y Turquía, Arabia y Yemen, Bostwana y Zimbabwe, entre las dos Coreas, India y Pakistán, Tailandia y Malasia, Kirguistán y Uzbekistán, entre la Irlanda católica y la protestante con las llamadas líneas de paz. Y nos quedan del pasado murallas como la ahora turística Muralla China. Se creyó que con la destrucción del muro de Berlín ya no se contruirían más murallas, pero parece ser que el hombre sigue tropezando en la misma piedra.
"El muro de la muerte"
India y Bangladesh comparten una de las fronteras más extensas del mundo, de 4.094 kilómetros. Históricamente, India había acogido a los emigrantes, pero en la actualidad percibe a los inmigrantes económicos como una amenaza y considera que la frontera con Bangladesh es un colador para ellos, junto con el contrabando e incluso los terroristas. Estos argumentos podrían recordar a los utilizados por Trump para justificar su proyecto en la frontera con México.
Es cierto que Bangladesh se ha convertido en el punto de entrada de sustancias ilegales provenientes de Birmania y en 2007 era la ruta principal utilizada para el tráfico de heroína desde el sureste asiático hacia Europa, pero India también utiliza la frontera para comerciar de forma ilegal bienes como el ganado, que se puede vender a un precio mucho más elevado en el país vecino. Para los bengalíes, esta frontera es la puerta a las oportunidades y al estado indio de Bengala, con el cual tiene infinitos lazos culturales que se remontan a la época precolonial.
Según el Gobierno, el objetivo del muro es acabar con la inmigración ilegal en la frontera más larga del mundo, pero para los lugareños se ha convertido en el "muro de la muerte". La frontera está controlada por la Fuerza de Seguridad Fronteriza (BSF por sus siglas en inglés) de la India, cuyos guardias no dudan en matar a cualquiera que intente flanquearla. La organización de derechos humanos Odhikar acusaba en 2012 a la BSF del asesinato de más de 1.000 personas en la última década.
(Fuente: elordenmundial.com)