En el balance anual de la Lepra sin dudas que el hincha azul se quedará con la primera parte del año, la segunda de la temporada 2016/17. Es que a mediados del año pasado, Independiente Rivadavia comenzaba quizás la más dura temporada que le tocó jugar respecto de la tabla de los promedios.
Hundido en el fondo, el conjunto en ese momento dirigido por la dupla compuesta por Martín Astudillo y Sergio Aldunate, debía realizar una campaña casi de ascenso.
No fue mala la primera parte del torneo. Intercambió empates y victorias, y perdió en cinco oportunidades. Sin embargo la buena campaña no le permitía en ese momento terminar afuera de la zona de peligro para afrontar lo que sería la segunda parte de la temporada.
A principio de año, el Azul se ponía nuevamente en acción. Sin embargo no fue bueno el arranque. Una derrota dura ante Brown de Adrogué y una serie larga de empates terminó con el alejamiento de los entrenadores y llegó Alfredo Berti.
Al principio no le fue bien, pero de a poco fue encontrando el equipo y la dupla Tarragona-Cardozo fueron clave para una remontada y ganándoles a equipos que venían encumbrados. Una fecha antes, el Azul se salvó de perder la categoría y terminó en la cuarta posición.
En la nueva temporada José Romero se hizo cargo del equipo con muy poca suerte. Cinco empates, una victoria y tres derrotas determinaron el alejamiento de “Pepe”. Su ayudante Pablo De Muner se hizo cargo y terminó con una victoria y un empate. Si bien el objetivo era mantener la categoría, el año es positivo porque además de llevarlo a cabo, realizó la mejor campaña desde que llegó a la categoría.