Anoche dirigentes y cuerpo técnico tuvieron la primer charla formal para el armado del Independiente Rivadavia 2017. La cúpula busca aferrarse al presupuesto y no pretende correrse ni un centímetro. Esto en un principio. Luego miran la tabla de posiciones y es imposible no entusiasmarse: la Lepra está a cinco puntos del ascenso.
“Bueno, si hay que traer a alguien veremos primero la manera de generar los recursos”, afloja finalmente el presidente Agustín Vila, que es quizá el más eufórico con el presente de Independiente.
¿Dónde debe reforzarse? Si bien aún no está confirmado nada de manera oficial, lo que más necesita el plantel es otro zurdo. Quedó en evidencia tras la lesión de Diego Cardozo que el equipo no tiene un sustituto natural en esa posición. Se intentó con Fernández, luego con Montero y con Irañeta.
Todos diestros que sufrieron moverse con la cancha cambiada. Inmediatamente vino a la cabeza el nombre de Leandro Aguirre, quien se fue al fútbol de Malta a principios de este año. Será muy difícil convencer al Pela, quien manifestó en reiteradas ocasiones su gran aprecio por la institución pero hoy está cobrando en dólares y viene de jugar la fase preliminar de la Champions con el modesto Valletta.
El otro puesto donde buscaría refuerzo es en el de volante central. González tuvo que retroceder demasiado en el campo de juego para pararse al lado de Dolci y ocuparse de la recuperación, función que puede cumplir pero claramente lo está desaprovechando el Azul tan lejos del arco de enfrente. Medina es la primera alternativa que usa Astudillo en esa zona pero el ex Selección Argentina le ha costado acoplarse.
Hasta ahora son todas conjeturas. Recién hoy, tras la reunión de anoche, se conocerá con certeza los primeros indicios del Independiente 2017.
Para saber quiénes llegarán, primero habrá que definir quiénes continuarán. Todo hace suponer que seguirá el mismo plantel aunque hay jugadores como Fernández, Montero o Maidana que jugaron poco y podrían buscar nuevos horizontes. Ahora salen a la cancha los dirigentes a jugar su partido. Saben que no pueden fallar.
