Hoy nadie del mundo Independiente Rivadavia puede decir públicamente y sin temor de faltar a la cordura que resta mucho para la definición del campeonato, que hay tiempo o que en 14 fechas cualquier cosa puede suceder. Argumentos insostenibles.
La Lepra ya completó todos los casilleros que tenía permitido para empatar (ni hablar de ese) y perder. Sólo tiene disponibilidad para el que está rotulado para las victorias.
La especulación habla de un piso de 27 puntos, por lo que Independiente deberá ganar 9 de los 14 encuentros que le resta para conservar chances concretas de quedarse en la categoría. Lo que sería casi una catarata de victorias y más teniendo en cuenta que la Lepra acumula 8 triunfos en 30 presentaciones. Es decir, debe ganar más en este tramo final de lo que lo hizo en toda la competencia. ¿Y todavía alguien puede animarse a declarar que falta mucho?
Esos famosos 27 puntos le permitirían a la Lepra redondear una campaña de 66 unidades y cerrar su participación con un promedio de 1,251 número que le permitirá ilusionarse de manera concreta con salvarse del descenso (nunca un equipo en la B Nacional descendió con ese promedio).
Aunque ni esta brillante cosecha de puntos le asegurará la permanencia porque las matemáticas reales dicen que la Lepra ya dejó de depender de sí misma. Es decir, ni el 1,251 le asegura nada y deberá depender de resultados ajenos sí o sí.
Berti, sin embargo, habla de 8 victorias. Lo cierto es que el flamante DT lleva 0 de 2 y la situación no soporta un resbalón más. No se permiten ceder más puntos por lo que ahora Independiente comienza a transitar una carrera a contrarreloj.
Noche con varios guiños
Estudiantes de San Luis venció como local por 2-1 a Douglas Haig en una fecha en la cual se dieron varios resultados interesantes para Independiente. En Tucumán, en tanto, San Martín le ganó a Atlético Paraná -único equipo que la Lepra tiene por debajo en los promedios, cuando lo ideal era un éxito visitante-.
Más allá de eso, All Boys sumó para abajo tras ser goleado por Argentinos Juniors (5-1), mientras que Los Andes no pudo con Central Córdoba y repartieron unidades tras el 1-1. Hasta ahí, todo bueno para la Lepra mendocina que, como decíamos anteriormente, debe empezar a ganar porque el margen de error se le achicó y no siempre puede estar dependiendo de otros resultados.
La lucha de arriba
Nueva Chicago resignó dos puntos en su pelea por quedarse con uno de los ascensos a la máxima categoría, al empatar como local ante Ferro Carril Oeste, 1 a 1. Por su parte, Luis Vila, a los 23’ del segundo tiempo, anotó el único tanto del encuentro.
El propio Vila, a los 10m de esta misma etapa, había desperdiciado un tiro penal (lo atajó el arquero visitante Christian Limousín). La victoria le sirvió al conjunto norteño para acomodarse en la mitad de tabla y detuvo el ascenso de Almagro, que trata de mezclarse en la pelea por los ascensos.
Por último, el Bicho de La Paternal no se detiene y como sus inmediatos perseguidores no consiguen sumar lo ideal, el equipo de Gabriel Heinze ya se siente en Primera nuevamente. Ayer le dio una lección al Albo y hasta se quedó corto en el resultado, pero fue un 5-1 lapidario que le permite al conjunto del ex DT del Tomba estar diez puntos arriba de su escolta Brown de Puerto Madryn.