Partido duro. Trabado, sin muchos espacios pero con todos los condimentos de una semifinal.
Independiente salió mejor parado, con un Alfio Lorenzo que desequilibró desde tres cuarto de cancha, y hacía jugar al equipo en ofensiva. Claro que la “Lepra” no terminaba de definir. Con el paso de los minutos Murialdo ajustó las líneas, le cerró los espacios en la mitad de cancha y todo se equilibró.
Los dos crearon algunas situaciones sobre las áreas rivales pero sin contar con la tranquilidad para convertir. Ante esto, todo se volvió repetitivo en los sectores medios del campo de juego encontrando así la final del primer tiempo.
La segunda parte no cambio en nada, aunque los dos técnicos apostaron a meter más presión ofensiva agrupando más gente en campo rival, aunque continuaron sin contar con la claridad necesaria en los últimos metros. A pesar de ello ambos tuvieron tres situaciones claras de gol que desperdiciaron por eso todo se definió desde los doce pasos, donde el arquero Nicolás Arjona detuvo el remate penal de Abraham para darle el pasaporte a la final del torneo de la Liga Mendocina a un Independiente que quiere cerrar el primer semestre con un festejo.