Los partidos independentistas de Cataluña reivindicaron ayer su legitimidad para lanzar un proyecto de secesión de España tras su victoria en las elecciones regionales, consideradas un “fracaso” por los partidarios de la unidad al no alcanzar la mayoría de los sufragios.
“El mensaje es claro”, insistió Raül Romeva, cabeza de lista de la coalición vencedora, Junts pel Sí (Juntos por el Sí, JxS). “Tenemos una mayoría clara que legitima totalmente iniciar el proceso” para proclamar en 2017 la independencia de esta rica región del noreste de España, agregó.
Los independentistas plantearon estas elecciones como una alternativa al referéndum de autodeterminación que Madrid les negó. JxS obtuvo 62 escaños y el otro partido secesionista, la izquierdista radical CUP, 10, consiguiendo una mayoría absoluta de los 135 escaños del Parlamento regional.
Sin embargo, sumaron sólo 47,8% de los sufragios, como subrayaron ayer el gobierno español de Mariano Rajoy y los partidos contrarios a la independencia. “Las pretensiones de algunos estaban y siguen estando fuera de la ley, pero además, ahora, se ha demostrado que no tienen el apoyo de una mayoría de ciudadanos”, dijo Rajoy en Madrid.
El recuento varía entre unos y otros: JxS asegura que algunos de los partidos no se posicionaron ni por el “sí” ni por el “no”, como la lista formada en torno a los antiliberales de Podemos, cuyo cabeza de lista reconoció que en un referéndum votaría por la independencia.
“Si alguien quería contar votos por el 'sí' y por el 'no', la solución es muy fácil, se llama referéndum. Si alguien quería un referéndum, que nos hubiera permitido hacerlo”, defendió Romeva. “La gente ha hablado democráticamente (...) que descuelguen el teléfono y nos inviten a sus despachos”, añadió.
Pero la respuesta de Madrid fue la misma que desde 2012, cuando el gobierno regional del presidente saliente Artur Mas reclamó la celebración de un referéndum de autodeterminación como los organizados en Quebec o Escocia.
“Mientras sea presidente del gobierno no voy a hablar de la unidad de España ni de la soberanía nacional”, dijo Rajoy, pidiendo un “diálogo constructivo y leal”.
En Barcelona también se muestran abiertos al diálogo pero únicamente sobre los términos de la independencia.
“Si no hay voluntad de negociarlo por parte del Estado, la proclamación (de la secesión) se hará igualmente”, advirtió Romeva en una entrevista.
Su candidatura cuenta con la intervención de las instituciones europeas para mediar en el conflicto. Ayer, la Comisión Europea señaló que los comicios son “un asunto interno” de España, así como el portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel, que unas semanas antes apeló al respeto de la integridad territorial española.
El primer ministro francés, nacido en Barcelona, el socialista Manuel Valls, aseguró que “en estos momentos difíciles, necesitamos una España unida y fuerte porque España es socio de Francia en muchos ámbitos”.
La prensa, dividida
Barcelona. Victoria a medias para unos, aplastante derrota para otros, la prensa se mostraba dividida este lunes entre Barcelona y Madrid sobre el resultado de los independentistas en las elecciones catalanas, pero no ante los complicados desafíos que plantea.
“El sí se impone”, afirmaba en portada el diario conservador catalán La Vanguardia sobre una gran fotografía de los líderes de la coalición independentista del presidente catalán saliente, Artur Mas, Junts pel Sí (Juntos por el Sí, JxS).
"La mayoría de los catalanes dice no a la independencia", replicaba desde Madrid el asimismo conservador El Mundo, destacando que pese a sumar mayoría absoluta de diputados en el parlamento regional, JxS y la otra lista independentista, la anticapitalista CUP, sólo obtuvieron 47,8% de votos.
Para el diario izquierdista catalán El Periódico se trata de una "victoria" aunque "amarga".