Un abogado, que junto a otras seis personas fueron protagonistas de un verdadero viaje de terror en un ascensor de Tribunales, demandó al Estado y la Justicia determinó que debe recibir una indemnización de más de 79.566 pesos más intereses.
La sentencia explica que 12.500 pesos del total corresponden en concepto de daño moral y daño físico, suma que "podrá ser destinada (por el letrado) a actividades placenteras para mitigar el dolor padecido pero también para asistir a la terapia indicada por la licenciada en Psicología", quien diagnosticó que "el accidente ha dejado secuelas emocionales".
Según D. Ch., el abogado que demandó a la Provincia y al fabricante del ascensor, en la mañana del 18 de agosto de 2004 fue a la dependencia del Poder Judicial que funciona en San Martín 322 y, como todos los días, subió al ascensor 1 junto a otras seis personas que estaban en la planta baja.
El hombre ingresó con la fallida idea de llegar al sexto piso pero "el elevador comenzó a subir y, luego de atravesar el tercer piso, es que el mismo comienza a ascender a una velocidad inusual e intempestiva hasta el quinto piso para inmediatamente después precipitarse hacia abajo en caída libre y estrellarse en el subsuelo del edificio mencionado", según consta en el expediente.
Para el juez Alfredo Dantiacq, del Tribunal de Gestión Asociada Tercero, el ascensor "presentó un desperfecto o falla técnica, que si bien no importó la 'caída' en su sentido literal gracias al correcto funcionamiento del sistema de frenado, significó un movimiento brusco y anormal del elevador, circunstancia que impidió la apertura de las puertas del mismo, así como el temor y desesperación de las personas que viajaban en el mismo".
Lo cierto es que una médica que atendió al demandante le recomendó “que se sacara radiografías de cadera y rodilla e hiciera reposo”.
El jefe de Mantenimiento del Poder Judicial de Mendoza declaró haber visto "que una señora sufrió esguince de tobillo, quien fue derivada al consultorio donde la médica le afirmó que estaba atendiendo a una persona de sexo masculino por su dolor cervical".
El perito médico "cuantificó" los daños del abogado advirtiendo que "presenta secuela de traumatismo en ambas caderas con una incapacidad parcial y permanente del 10 por ciento".