El futbolista australiano Storm Roux, del Coast Mariners, tuvo la peor de las suertes.
En una acción de juego, el defensor sufrió fractura de tibia, rotura de ligamentos del tobillo y luxación del hombro. Y lo insólito es que se lesionó solo y sin que ningún rival del Melbourne City lo tocara.
Encima, ya en camarines, se enteró que el árbitro había cobrado penal para el equipo adversario, que convirtió el gol.
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