En uno de los sectores de la cancha de césped sintético del campo de deportes de la UNCuyo un grupo de chicas están sentadas en círculo. La profe recién termina de pasar lista y se disponen a comenzar ejercicios de relajación y entrenamiento funcional, incluyendo además yoga y trabajos de elongación.
A unos pocos metros, otro grupo -un poco más grande y a su vez dividido en subgrupos- practica fútbol, más precisamente el pase corto de pelota y piques repentinos. Y en el fondo de la postal, ya afuera del predio y con los cerros y la precordillera detrás, se ve a un tercer grupo de jóvenes. Algunos trotando y otros caminando, pero todos dispuestos a cumplir las actividades de senderismo y running.
Podrían ser boy scouts o un grupo de amigos de campamento, pero no. Son alumnos de primer año de la licenciatura en Enfermería (UNCuyo), y lo que están haciendo es parte de la currícula obligatoria -sin que ello signifique un martirio- del renovado plan de estudios de su carrera.
Los 92 estudiantes que están empezando esta carrera en la Facultad de Ciencias Médicas son los primeros en llevar a la práctica el novedoso Programa de Actividad Física Saludable (PAFS). La idea es que a partir de ahora y hasta 2021 todas las carreras vayan incorporando estos espacios curriculares, que incluye un año obligatorio y que luego los propios estudiantes pueden continuar por iniciativa propia en algunas de las líneas que ya se han definido.
“Nos sentimos muy relajadas. No nos imaginamos nunca que íbamos a tener una materia así en la facultad, pero es buenísimo porque nos sirve para distraernos de lo que es la rutina y salir del estrés”, coincidieron los estudiantes de los distintos grupos.
“La Universidad adhería a la Ley de formación integral en la teoría, pero no en los hechos. Por eso fue que hicimos una propuesta de actividad física saludable, entendiendo esto no sólo desde el punto de vista médico sino también social y grupal. Los estudiantes van a poder elegir el tipo de práctica, pero todos van a tener en común un bloque de actividades de bienestar y de salida a la naturaleza”, destacó Alejandro Herrera, integrante de la comisión que trabajó en el cambio curricular.
Punto de encuentro
Desde la semana pasada, todos los martes y jueves -de 10.30 a 12.30- los estudiantes de Enfermería tienen su punto de encuentro y su cursado en el club, como si fuese una materia más.
El PAFS se suma a las diferentes acciones que la UNCuyo ha encarado con el fin de mejorar la calidad de vida de su comunidad (entre ellas la incorporación de alimentación saludable en el comedor y buffets, o el programa “Ponete en Movimiento”, que recomienda diferentes alternativas saludables para incorporar a la vida cotidiana).
“Cada unidad académica dispondrá en qué año va a implementar los dos semestres que son obligatorios. Se trata de un espacio amigable, inclusivo y que tiene como objetivo también que los chicos puedan venir con sus cursos y se diviertan. Apunta a la formación integral y a que los estudiantes desarrollen las habilidades ‘blandas’ (liderazgo, creatividad), ya que la parte humana también es muy importante para los trabajos”, resumió la directora de Deportes de la UNCuyo, Isabel Orrico, quien explicó que se busca romper esa diferencia que suele percibirse entre lo académico y lo deportivo.
En lo que se refiere a las líneas o actividades a desarrollar, por el momento los alumnos han dividido sus elecciones entre las de expresión corporal (tela, tai chi), actividad física localizada (yoga, relajación y entrenamiento funcional), deportes y juego deportivo (fútbol, vóley), y senderismo y running.
“Todas las actividades tienen un eje de bienestar -con actividades compartidas entre todos o no- y de salidas a la naturaleza”, resumió Herrera, quien agregó que senderismo es uno de los más elegidos por los chicos hasta el momento.
“Elegimos entrenamiento funcional porque nos gusta el hecho de poder hacer mucho ejercicio y nos divertimos. Además, al final hacemos toda una parte de relajación con ejercicios descontracturantes que nos permiten desenchufar”, resumieron las chicas que ayer se disponían a comenzar sus clases. “También aprendemos sobre poses seguras y claves que ayudan para nuestro futuro trabajo”, acotaron.
A metros del círculo que conformaban estas alumnas sentadas en el césped sintético, otro grupo de chicas practicaba fútbol. “Elegí deporte porque ya he jugado al fútbol antes, en campeonatos. No sabíamos que este año íbamos a tenerlo como materia, pero nos gusta mucho.
Principalmente para salir de la rutina, olvidarnos del resto, movernos un poco y divertirnos”, sintetizaron Marta, Tania, Brenda, Paola, Daiana y Silvia tras parar la pelota por unos minutos.
Santiago Vaía, profesor de Juego Deportivo, también se refirió al flamante programa: “Buscamos la actividad placentera, que los chicos la disfruten y entiendan que no es necesario ser habilidoso para hacer algún deporte. Disfruto de encontrarme chicos 3 años después que me dicen que, a raíz de estas cosas, empezaron a hacer algún deporte. Es lindo encender esa mecha”.
El año que viene se incorporarán a este proyecto 500 estudiantes de primer año de Ciencias Económicas, mientras que se irán capacitando paulatinamente profesores de educación física.