Leonel Fazio, de 18 años, es el principal sospechoso de asesinar de 60 puñaladas al arquitecto Pablo Fullana Borsato, de 36 años, conocido militante del colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales, personas Transgénero e Intersexuales (LGBTI). El joven tiene decenas de denuncias por robo, amenazas y golpes, y le diagnosticaron un retraso madurativo en el aprendizaje.
El fiscal de Colón, Ignacio Uthurry, anticipó que el homicidio está calificado como "agravado por ensañamiento". "Hasta ahora es imputable, aunque se le hará una nueva pericia para conocer su estado psicológico", anticipó Uthurry.
Según los dichos de su madre, identificada como María de los Angeles Amend (40), Fazio siempre tuvo problemas de conducta que se agudizaron cuando terminó la primaria y él decidió no empezar el secundario. Leonel tiene a su papá, Hugo Fazio, preso desde 2013, por violación a su hija Yamila. "Quizás es una de las puntas por las que habría que entender por qué Leonel es así", sostuvo Amend, quien tuvo otra hija, Giuliana (6), con una nueva pareja.
La mujer asegura que Leonel es gay. "Por lo poco que sé, por instinto de madre, por charlas que leí, que escuché. Y también puede ser que Leonel haya cobrado por sexo, aunque no sé si en el caso de Pablo (Borsato)", declaró en Clarín.
También negó conocer al arquitecto asesinado a navajazos. "Hasta dónde yo sé, por lo que dijeron algunos testigos que los vieron, ellos se conocieron en un bar, tomaron vino espumante, jugaron al pool y se fueron a la casa de este pobre muchacho. ¿Qué pudo haber pasado, no sé? Leonel estaba medicado por su violencia física y psicológica, pero no la tomaba y además bebía mucho alcohol", dijo.
La madre de Leonel también contó cómo fue el momento posterior al crimen. Detalló que el joven apareció en la casa cubierto de sangre, pero pensó que había matado a una vaca o un chancho. "Porque él ya había robado animales otras veces", señaló la mujer, quien oyó gritos de su hijo al son de "Mamá, abrime, carajo, maté a un tipo".
"¿Cómo hago para mirar a los ojos al almacenero, a la señora de la panadería? Los vecinos saben qué pienso, saben que yo no lo apaño, no lo protejo, al contrario, estoy convencida que si él lo mató tiene que pagar con lo que la Justicia disponga. Enterraron a Pablo (Borsato), y yo enterré a mi hijo en vida. Él está muerto para mí. No lo quiero ver, no lo voy a perdonar nunca", aseveró.
"Hice todo lo que pude pero se me fue de las manos, él estaba incontrolable. Pedí ayuda al hospital municipal, a la psiquiatra, a una institución de menores y a la fiscal Magdalena Brahm, que me dijo 'usted, como madre, se tienen que hacer cargo de su hijo'. Nadie me escuchó, esto yo lo anticipé", aseguró la mujer.
Fuentes judiciales y policiales informaron que según el informe de la necropsia Pablo Fullana Borsato (36) sufrió entre 60 y 70 heridas corto punzantes en el tórax, el dorso, la zona costal y el cuello.
Esas lesiones le afectaron los pulmones, el corazón y el paquete vascular del cuello, mientras que había signos de defensa en las manos y sus antebrazos.