El desconocimiento de la histórica tradición de los mendocinos y la contribución de los ciudadanos que, desde diferentes funciones, se consagraron generosamente a crear respetuosamente los actos que constituyen desde hace 76 años una fiesta que nació mendocina y logró prestigio y popularidad nacional e internacional; resulta que ahora, caprichosamente, se dispone la modificación de la exitosa programación de actos centrales disfrutados por nuestra ciudadanía y miles de turistas que comparten todos los años nuestra querida Fiesta de la Vendimia.
Sería conveniente conocer los estudios, mediciones y consultas efectuadas previamente para conocer la conveniencia del cambio de un acto tan importante como el Carrusel y su recorrido, que a partir de este año eludiría su paso nada más ni nada menos que por las avenidas Emilio Civit, Sarmiento y San Martín, de nuestra Capital.
Según opiniones muy respetables de vecinos, comerciantes, instituciones y numerosos empresarios, los funcionarios responsables de los cambios introducidos en la programación de la Fiesta de la Vendimia han dispuesto alegremente sin considerar que el Carrusel, por su tradicional recorrido, nos permitía disfrutar de una fuerte iluminación que permite el lucimiento de históricos edificios embanderados y adornados para la ocasión, además de una importante gastronomía y el servicio de transporte público que acerca al Centro mendocino al público de cualquier punto de la provincia.
Sin olvidar los palcos que se arman para presenciar la Fiesta en la avenida San Martín, y sólo pondré como ejemplo el que Los Andes ofrece generosamente frente a sus puertas, con el marco de las imágenes de las reinas de la Vendimia en gigantografías a tamaño natural, lo que provoca la atracción y admiración de los miles de peatones y paseantes que transitan antes y durante la Fiesta.
Sin que esto tenga visos de materialismo, deseo expresar el perjuicio que ocasionará a miles de familias que aprovechan anualmente estos actos multitudinarios para ofrecer algún servicio, vendiendo algunos productos de origen mendocino que los ayude a vivir. Como expresan los mozos de bares y cafés, vendedores de juguetes, recuerdos de Mendoza, alfajores mendocinos, etc.
También es una tradición que la Municipalidad de la Capital refuerce los servicios, coloque alegorías de bienvenida, aumente la iluminación y autorice a instituciones y empresas a colocar letreros alusivos, pasacalles y llamativos adornos que alegran la vista y entusiasman.
Sin el paso del Carrusel, lo más céntrico de nuestra Capital perderá una gran atracción para vecinos y visitantes que desde horas tempranas forman una imaginaria tribuna a lo largo de los costados de la Avda. San Martín, Sarmiento y Emilio Civit con su tradicional recorrido que unía los Portones con nuestra principal arteria.
Julio César Bac - Publicista
