El padre de Priscila Alaniz, la adolescente de 13 años que se recupera en el hospital pediátrico Garrahan porteño, donde fue sometida a una doble cirugía de columna, tibia y peroné, dice que no sabe si su hija volverá a bailar y atribuyó a los choferes la responsabilidad del accidente en San Rafael (ruta nacional 144 a la altura de la Cuesta de los terneros) en el que murieron 15 personas de un contingente de jóvenes bailarines de la localidad bonaerense de Grand Bourg hace más de 20 días.
"Mi hija era una de las pocas que iba despierta, se había acurrucado por el frío que sentían, los chicos iban dormidos", contó Carlos Alaniz (34), el papá de Priscila.
Aseguró que la adolescente le dijo que antes del vuelco los choferes habían parado para mirar “algo en las ruedas”. “Es como si hubieran notado una falla y decidieron seguir. Los choferes tuvieron la posibilidad de haber evitado lo que pasó”, añadió Carlos, quien renunció a su trabajo como mecánico para estar a tiempo completo en el hospital junto a su “única hija” y su esposa Magalí Del Castillo, de 33 años.
El hombre confesó que teme que los médicos le terminen dando un mal pronóstico y desconoce si Priscila volverá a bailar.
Pese a que la justicia continúa la investigación, no hay imputados en la causa a cargo de Pablo Peñasco, titular del 2do Juzgado de Instrucción de San Rafael, quien cambió la carátula a “homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas en concurso ideal” en 15 y 21 hechos respectivamente, debido a que el principal involucrado en el accidente fue el chofer que murió en el lugar.
Los últimos 2 heridos, Claudio Giménez (41), profesor y coreógrafo del instituto de danzas, y Malena Leiva (7), fueron trasladados de San Rafael el jueves en un avión Hércules sanitario a Buenos Aires.