De la lectura del listado de productores que precalifican para recibir el subsidio para el control de Lobesia por parte de Senasa Mendoza, surge la pregunta de si la metodología de priorización de fincas utilizada en el caso del grupo Luján Sur está viciada de discrecionalidad o mala praxis del funcionario actuante.
En una nota del suplemento Fincas de Los Andes del (13/08/2016) sugerí el otorgamiento de incentivos económicos al productor para afrontar el costo de lucha contra lobesia, estableciendo prioridades en base al tamaño del viñedo (preferencia a los más pequeños), la situación del productor respecto de la emergencia agropecuaria, y la ubicación geográfica de la propiedad (borde / zona caliente).
Coincidentemente, un grupo de productores autoconvocados de Luján Sur ofreció a Senasa aportar voluntariamente el 35% del costo de los difusores de feromonas de confusión sexual, solicitando al organismo que aportara el 65% restante. Adherí a la propuesta e inscribí la finca La Alborada (Anchoris, Luján de Cuyo Sur) en la AER del INTA Mendoza que envió en tiempo y forma al Centro de Operaciones de Campo Senasa Mendoza un listado de 108 productores interesados. Aprobada la propuesta por Senasa a nivel nacional, el responsable del Centro, Ing. Agr. Guillermo Cortes, confeccionó una nueva lista de fincas preclasificadas en la que no aparecía La Alborada, situación de la que no fui informado formal y fehacientemente. Concurrí personalmente a Senasa a solicitar una explicación y el funcionario mencionado, como única respuesta, me informó que mi propiedad estaba aislada del grupo y era totalmente marginal (sic) para el propósito del operativo.
Del exhaustivo análisis que realicé de la superficie preclasificada, se puede concluir que:
a) el 38,87% del total de hectáreas preclasificadas (3.433,47 has) corresponde a propiedades de más de 100 has, con un promedio para el total de fincas de 35 has;
b) en solamente 10 propiedades mayores de 100 has (una de ellas un campo de golf de 220 has) se concentra más de un tercio del total de la superficie inscripta;
c) ninguna de las 10 propiedades mayores de 100 has fue dada de baja del listado original, mientras que el tamaño promedio de las 12 fincas descalificadas es de 25 has; y
d) la finca La Alborada no exhibe mayores diferencias, más allá de su superficie implantada (24 has), respecto de otras dos propiedades vecinas que sí precalificaron con una superficie de 114 has y 110 has respectivamente. Sus coordenadas geo referenciales son: Finca No. 1-La Alborada (33°19´15” Sur 68°54´55” Oeste), Finca No. 2 (33°18´28” Sur 68°55´16” Oeste) y Finca No. 3 (33°18´21” Sur 68°56´01” Oeste).
Es lamentable que el representante local de Senasa no haya comprendido cabalmente la importancia que tienen los incentivos económicos como instrumentos de política sectorial y, peor aún, que no haya percibido el sentido solidario y de equidad que tiene la propuesta del grupo Ugarteche.
En lo personal luego de haber decidido tomar un préstamo, amparado por la Emergencia Agropecuaria, para aportar el 35 % del costo de los difusores, debo resignarme a no poder curar e incumplir con la norma fitosanitaria vigente por lo oneroso del tratamiento, especialmente en un año en el que debí soportar un daño inusual por granizo del orden del 130%, en el viñedo sin protección de malla, y de un 40 adicional por exceso de lluvias primavero-estivales en la superficie protegida con malla antigranizo (datos comprobables con los CIUs emitidos por el INV en la última vendimia).
No sólo argumentaré oportunamente por el incumplimiento de la norma fitosanitaria vigente, sino que responsabilizaré por dicho incumplimiento al funcionario actuante.