En el marco del día mundial de lucha contra el cáncer de cuello uterino, el Programa de Salud Sexual y Reproductiva de Mendoza incentiva a los varones trans para que se realicen el Papanicolaou porque, al tener útero, son pasibles de contraer la enfermedad.
Desde el Ministerio de Salud hicieron hincapié en que el estudio supera todo tipo de prejuicios e inhibiciones en el cuidado de la salud ginecológica.
La mortalidad como consecuencia del cáncer de cuello de útero en la actualidad es el resultado de la desatención y la postergación, pues prácticamente todas las mujeres y varones trans tienen hoy acceso a través del sistema público de salud de Mendoza. Se puede realizar controles a través de un examen Papanicolaou (PAP) y con la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH).
Mendoza es una de las provincias que más bajo índice de mortalidad tiene ya que, según los registros estadísticos, fallecen 60 mujeres por año, frente al número nacional, que llega a entre 1.500 y 1.800 muertes.
La jefa del programa de Salud Sexual y Reproductiva, Roxana Cabrera, afirmó que se viene trabajando fuertemente con la comunidad LGTBQ+ y es importante que se entienda que las enfermedades se dan en todos ámbitos. "Si bien no hay estadísticas de cáncer de útero en varones trans, estamos aprovechando la campaña para incentivar a los varones trans a realizar el estudio. Es importe para el cuidado de la salud que concurran y cuiden sus cuerpos", sostuvo.
“Desde el programa venimos trabajando muy fuerte en los consultorios de hormonización y capacitaciones en adolescencia trans. Por eso vemos como una muy buena oportunidad que las personas se animen a romper barreras y concurran al sistema de salud”, remarcó Cabrera.
Este tipo de cáncer se puede prevenir casi en el 100 % de los casos. El Papanicolaou se debe hacer desde los 25 años en adelante y se repita al año siguiente y se vuelva a hacerlo otra vez al cabo de un año, ya desde ahí si no se ha detectado la presencia de células afectadas, se puede volver a efectuar a los tres años.
En edades anteriores a los 25 años, es casi imposible contraer la enfermedad, aunque sí se puede detectar la presencia del VPH para lo que se requiere otro tipo de tratamiento en el caso de que no desaparezca espontáneamente.