"No pudimos pararlo y mire que los vecinos ayudaron toda la noche con baldes y con mangueras, pero no hubo caso y ni siquiera los bomberos pudieron salvar algo del fuego", recuerda Irma sobrina de don Humberto Piacentini (84), el dueño del aserradero de Tres Porteñas, al norte de San Martín, que este viernes se consumió con el fuego y que dejó a cuatro familias sin trabajo y con deudas.
El incendio ocurrió de madrugada y si bien falta el informe de bomberos que lo confirme, los vecinos aseguran que fue intencional y ocasionado por un grupo de muchachos que desde hace meses tiene a mal traer a la gente de Tres Porteñas.
"Fueron ellos, un vecino vio salir a cuatro del aserradero un poco antes de que empezara el fuego", agregó Irma y completó: "Usaron nafta, y la moto de donde la sacaron es de uno de ellos y la encontraron acá cerca, atrás de la escuela. El problema es que la gente tiene miedo de hablar por temor a la venganza".
El aserradero de don Humberto es la única carpintería que había en el pueblo, está en la calle Fernández y tenía 50 años de trabajo; dicen que cuando abrió sus puertas, en Tres Porteñas no había luz eléctrica y los motores de las máquinas funcionaban entonces a combustible.
Además de las máquinas y las maderas, el lugar guardaba una veintena de trabajos encargados que también se fueron con el fuego, entre ellos un antiguo piano, que pertenece a la escuela Almirante Brown, que queda casi frente al aserradero y que también sufrió un incendio intencional en 2011 que en aquel momento consumió varias aulas. Algunos dicen que los autores de ambos siniestros son las mismas personas, pero la Justicia no ha podido confirmarlo y el incendio de la escuela nunca se aclaró.
"Acá no se salvó nada y nos quedamos en la calle", dice Juan Elizondo (53) mientras amontona trozos de madera quemada sobre una carretilla, con la idea de limpiar un poco el lugar.
El incendio arrancó a las 5.30 y fue controlado recién dos horas después, aunque el calor de las cenizas ardientes se mantuvo humeando hasta el martes, cuando la lluvia terminó por apagar todo.
"Perdimos las máquinas, las herramientas, el material y encima nos quedan las deudas por los trabajos que teníamos pagados y que estaban sin entregar", dice Miguel Ángel (27) que trabajaba en el aserradero y que tiene esposa y un hijo de cuatro años: "¿Cómo salimos adelante ahora?".
Don Humberto ha preferido no ir por el aserradero y lo que sabe del incendio se lo han contado: "Esto era su vida, está triste con lo que pasó y llora mucho", cuenta Yanina, que es pariente del hombre.
Para empezar a salir adelante, la comunidad de Tres Porteñas han organizado un bingo: "Lo hacemos el domingo 25 y lo que se recaude es para ayudar a la carpintería", cuenta una mujer en medio de la reunión de vecinos.
Por el incendio hubo un aprehendido, un muchacho que estuvo ayudando a apagar el fuego, pero que enseguida algunos reconocieron como uno de sus autores.
"Esa noche parece que había estado tomando, lo tuvimos todo el día en el calabozo pero hubo que soltarlo por decisión de la fiscalía", contaron desde la comisaría 39 y agregaron: "Sabemos lo que dicen los vecinos sobre un grupo de muchachos y a muchos de ellos los hemos detenido y procesado, pero después quedan libres por orden de la fiscalía; para meter preso a alguien tenés que juntarle diez causas".
