Incendiaron las salas de 4 y 5 años y 170 chicos se quedaron sin jardincito

Fue el domingo, en una escuela de Perdriel. Anunciaron que se reconstruirán los sectores dañados en 70 días. Cuando los niños vuelvan a clases, lo harán en un salón de usos múltiples. Indignación de padres y vecinos.

Incendiaron las salas de 4 y 5 años y 170 chicos se quedaron sin jardincito
Incendiaron las salas de 4 y 5 años y 170 chicos se quedaron sin jardincito

"No sé cómo le explicaremos a nuestros niños el daño que han causado", fue la expresión triste de María del Valle Agüero, la mamá de uno de los chicos del jardín nucleado 0-129 de Perdriel (Luján de Cuyo), totalmente destruido por un incendio intencional en la madrugada de ayer.

El local fue atacado por 4 ó 5 sujetos jóvenes que ingresaron en la noche del domingo al predio escolar y tras forzar una puerta del pequeño centro educativo, le prendieron fuego.

Tras cometer su "hazaña", los vándalos huyeron y son buscados por la policía. El funesto suceso recordó el incendio que destruyera en parte la escuela Krause, en Carrodilla (ver aparte).

El jardín, que no tiene nombre, ocupa un espacio de la escuela primaria N° 1-715 René Favaloro, ubicada en la unión de barrios de Perdriel este, como Las Achiras, Coni y Solar de Cuyo, entre otros. No se descarta un intento de atacar también al establecimiento mayor, por el hecho de haberse destruido un vidrio de un aula, arrojando un trapo o una estopa al interior.

Las llamas, sofocadas por bomberos voluntarios de Luján de Cuyo y efectivos del cuartel central de la Policía, destruyeron todo el equipamiento escolar, un televisor, un DVD, armarios, la documentación de los cursantes, útiles escolares, los cuadernos y las libretas de los pequeños.

La alta combustibilidad de los materiales acumulados en el centro escolar, que recibe a 170 alumnitos, con edades de 4 y 5 años, fue el factor determinante para que la destrucción fuese total.

La certeza de que algo grave ocurría en el jardincito la tuvo Guillermo, un empleado municipal y vecino, al observar una densa humareda en los techos de la escuela. Inmediatamente llamó al 911 y a María Ester, la celadora de la escuela Favaloro.

Los voluntarios de Luján recibieron el pedido de intervención a las 23.20 del domingo y a las 23.35 estaban en el lugar. El jefe del cuerpo activo, Gustavo Tiritera, lamentó la larga vuelta que tienen que dar las autobombas, que no pueden pasar por el viejo puente de la ruta provincial 15 y deben extender el recorrido hasta la ruta nacional 40.

Técnicos de Mantenimiento y Reparación de Escuelas, de la Subsecretaría de Infraestructura, del Gobierno provincial, comprobaron que salvo el techo y el piso, todo lo demás quedo inutilizado. Un testigo de los primeros momentos, tras la extinción del fuego, contó que tanto el televisor como el resto de los elementos tecnológicos, prácticamente se "derritieron".

Hubo explosiones de vidrios, que algunos les parecieron disparos de arma de fuego. Al mediodía, el subsecretario de Infraestructura Educativa, Hugo Quiroga, anunció a los padres presentes, y a la directora del jardín, Graciela Giménez, que el material de estudio y mobiliario (sillas, bancos, armarios) será repuesto.

Los técnicos del área de reparaciones del Ministerio de Infraestructura terminarán de relevar los destrozos, armarán una licitación para reconstruir el local destruido y se adjudicará la obra. Habrá que esperar, al menos, 70 días. Los daños no fueron cuantificados inicialmente.

Cuando el 22 de este mes, los pequeños educandos y sus maestras vuelvan a la actividad, las clases se dictarán en el salón de usos múltiples (SUM) de la escuela anfitriona, la Favaloro. El ambiente contiene dos pequeños sanitarios.

Esta noticia fue proporcionada a los residentes por Nora Flores, supervisora de la Dirección de Nivel Inicial de la sección N° 11, de la DGE. Estas noticias, sin bien conformaron a los padres y a alguna que otra abuela presente, no mitigaron el dolor del vecindario por lo acaecido.

La tragedia del jardincito motivó que las docentes y directivos de la escuela Favaloro y de la unidad afectada, se volcaran al lugar del atentado. Lo mismo hicieron los padres, que comenzaron a ayudar en el rescate de los útiles que por fortuna se salvaron de las llamas.

Algunos vecinos estaban tan indignados, que prefirieron no formular comentarios. "Yo actuaría de la misma manera en las viviendas donde viven los malnacidos que hicieron esto, ¿a ver si a ellos les gustaría encontrar sus casas en ruinas?", dijo un hombre al que le temblaba la voz de indignación.

"Este jardín -dijo Olga Isabel Aguirre, del barrio Solar de Cuyo- se hizo con la colaboración de todos los padres... ahora volveremos a ayudar para reconstruirlo".

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