facultades de Artes y Diseño (FAD) y de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS).
El mural e
La obra fue realizada por: Sergio Benegas, Martin Bisceglia, Carla Gómez, Ignacio Fernández, Marcos Macho, Valentina Palacios, Anabel Orán, José Pavez, Sebastián Sosa y Catalina Vergne Jatuff, quienes cursan las carreras de Licenciatura en Artes Plásticas y Profesorado en Artes Visuales.
El trabajo se realizó entre junio y septiembre de este año, y fue supervisado por el profesor Eduardo González.
"Este mural es un regalo, es como un pequeño regalo en esta milintancia continua. En este camino siempre nos van ocurriendo cosas hermosas, como la aparición de Claudia, la nieta 117. Así es la militancia, cuando llegamos a algo, se abre un nuevo camino".
"Elegí pintar a Marta Saroff porque leí que ella trabajó como alfabetizadora en villas miseria y mi mamá también trabaja como alfabetizadora para adultos y jóvenes. Me impactó su mirada y su sonrisa, por era una de las pocas que sonreía en las fotos blanco y negro que nos dieron. La representé con colores fuertes y puros porque así es la energía que ella me transmitía. Hacer este mural fue un reto de trabajo en equipo y por la altura", contó Valentina Palacios, una de las artistas responsables del mural.
Por su parte, Eva Leroux hija de Saroff, aseguró: "Es muy grato que las facultades y los alumnos se hayan comprometido con la historia y con otros compañeros, ya que cuando mi mamá estudiaba en la facultad tenía la misma edad que hoy tienen los chicos que pintaron el mural. Es muy emocionante ver este mural, con las dimensiones que tiene y lo que implica: la memoria y la recuperación de la identidad".
Carla Gómez fue la artista encargada de representar a Adriana Bonoldi y afirmó: "Elegí pintar a Adriana porque me gustó que fuera profesora de música. Mientras la pintaba conocí a algunos de sus familiares y eso para mí fue muy importante. La representé con varios colores porque así me la describieron; como una mujer que se vestía con muchos colores, colorada y siempre sonriente".
"Yo pinté a Beatriz Corsino. A medida que fui investigando, me gustó que ella tocaba el piano y era profesora de música. Me impactó que ella trataba de llevar la música a los lugares más necesitados y que no se quedaba sólo en la facultad y los medios académicos. Fue un reto porque es una de las imágenes que están más arriba y tuve que vencer el miedo para subirme. También fue muy emocionante poder conectarme con su familia; hablé con su hijo, quien me mandó fotos, poemas. Para mí fue un placer hacer esto", finalizó la artista Anabel Orán.