Las autoridades nacionales que lleguen al territorio provincial para disfrutar Vendimia -algunos funcionarios confían en que será la propia presidenta Cristina Fernández- tendrán el honor de cortar las cintas en una de las obras más postergadas de Mendoza. Aunque ya fue habilitada para el tránsito normal, finalmente en marzo quedará inaugurada la doble vía Luján-Tunuyán.
Todavía quedan algunos obreros trabajando en las luminarias de distintos sectores y en las terminaciones de las casas, donde se apostarán los organismos que realizan controles sobre la ruta 40, a la altura de Zapata. “El resto está todo terminado, demarcado, señalizado y, desde el 15 de enero, abierto a la circulación de todo tipo de vehículo”, afirmó el ministro de Infraestructura de la Provincia, Rolando Baldasso.
El Gobierno había prometido que la doble vía estaría lista en diciembre de 2014, pero el cambio de un gasoducto en Zapata la demoró 15 días más de lo esperado. De todas maneras, este retraso es ínfimo en la historia de postergaciones, de idas y vueltas, que signó desde sus inicios a esta emblemática obra, que conecta el norte con el sur provincial (ver aparte).
El “punto de llegada”, la rotonda que se construyó en la intersección de la ruta 40 y la zona conocida como ‘lo de Furno’, está habilitada y los conductores aseguran que se ha agilizado notablemente el ingreso al departamento valletano.
La falta de financiamiento y las renegociaciones de plazos y presupuestos con la empresa constructora (José Cartellone SA) por la necesidad de incorporar modificaciones al proyecto original, llevó a que por momentos las tareas llegaran a paralizarse. “No ha sido culpa de la Provincia. Nosotros hacemos las licitaciones, inspeccionamos y coordinamos pero las decisiones y el financiamiento vienen de Nación”, argumentó Baldasso.
Lo cierto es que el presupuesto para esta etapa fue pactado en 280 millones de pesos y, debido a las modificaciones implementadas y las actualizaciones financieras, quedó en unos 360 millones de pesos.
El nodo vial de Zapata, el puente sobre el arroyo Claro y una alcantarilla proyectada sobre un arroyo del paraje conocido como La Cruz Negra -la cual demandó una serie de estudios técnicos- requirieron mayores esfuerzos y dieron por tierra los plazos que se había apuntado el gobierno de Francisco Pérez.
El desarrollo del nodo vial en Zapata (en la intersección ruta 40 y 88 a Tupungato) constituye una de las ampliaciones que se le hicieron al proyecto inicial. Este ‘intercambiador de tránsito con retornos y carriles de aceleración y desaceleración’ exigió la edificación de oficinas para que se instalen los organismos de control de Tránsito (Policía Vial, Gendarmería e Iscamen).
Lo que se viene
Terminada la doble vía, ahora el Gobierno provincial está abocado a poder ejecutar el desvío de carga pesada, que comenzó a construirse en 2013. La idea es evitar que los camiones transiten por el centro de Tunuyán, con el riesgo y el deterioro de calzada que esto implica.
Según adelantó Baldasso, este carril alternativo será concluido en el primer semestre del año. El ministro señaló que debieron realizar tareas complejas en un colector cloacal que estaba colapsado, antes de avanzar con el asfaltado de la calle Francisco Delgado.
El proyecto contempla, en su primera etapa, la construcción de un camino de aproximadamente unos cuatro kilómetros de largo, que correrá en forma paralela a la avenida San Martín. Los vehículos pesados deberán desviarse por la calle Melchor Villanueva para tomar la curva que los conduce a la Francisco Delgado y desde allí dirigirse hasta la calle La Argentina a fin de retomar su camino habitual por la ruta 40.
Pero Nación estudia un proyecto de magnitud, que busca crear en la ruta 40 una variante para todo tipo de vehículos que evite el centro de Tunuyán por su costado este, siguiendo la margen del río que lleva el mismo nombre. “Esta variante aún no tiene fecha de concreción, pero arrancará en Zapata y terminará en el Puente del Río (límite con San Carlos)”, explicó el funcionario.
Un avance de unos 4,5 km por año
El tramo Anchoris-Tunuyán corresponde a la última etapa de una obra que arrancó en 2001 y que se propuso unir con doble vía sobre la ruta 40 a Luján (desde la calle Azcuénaga) con Tunuyán (hasta el empalme con la ruta 92, que conecta con la región oeste de este departamento del Valle de Uco).
Desde el inicio de los trabajos -en tiempos en que Roberto Iglesias era gobernador- se ha avanzado a razón de 4,5 kilómetros por año.
Claro que hubo un bache en el medio, pues entre la inauguración del segundo tramo en 2007 y el comienzo de este último pasaron más de tres años en los que no se hizo nada.
Los cortes de cintas de este último tramo fueron anunciados para 2009, pero recién la obra se comenzó a ejecutar en 2010. A partir de entonces, nadie volvió a creer en los plazos difundidos a nivel oficial y estos siguieron sin obedecerse. En 2013 los trabajos volvieron a tomar ritmo, pero un problema con una alcantarilla en la Cruz Negra, impidió al gobernador Francisco Pérez poder inaugurar el tramo completo hasta Zapata ese año.
Ahora, con las obras incorporadas al proyecto, los obreros lograron completar el tramo de cuatro kilómetros que separa a Zapata del punto final de la obra, la rotonda ubicada en la ruta 40 y su intersección con la 96 (ex empacadora Furno).