La madre del joven acusado de matar a Chiara Páez, la adolescente de 14 años embarazada que fue hallada enterrada en la localidad santafesina de Rufino, y su pareja, fueron imputados hoy como partícipes necesarios de los delitos de homicidio agravado por el vínculo, femicidio y aborto, informaron fuentes judiciales.
Se trata de una mujer de 34 años y de su pareja de 43, madre y padrastro del joven de 16 que estaba de novio con Chiara, quien está detenido y confesó ante la Justicia haber sido el autor del asesinato.
Ambos fueron hoy acusados por la fiscalía de participar de esos delitos, durante una audiencia imputativa que se llevó a cabo ante la jueza de la Investigación Penal Preparatoria de Rufino, Lorena Garini.
Para el fiscal de Rufino a cargo de la causa, Mauricio Clavero, la pareja fue partícipe de un homicidio agravado por el vínculo y femicidio, previstos en los incisos 1, 11 y 12 del artículo 80 del Código Penal para quienes causen la muerte de "su ascendiente, descendiente, cónyuge, ex cónyuge, o a la persona con quien mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no convivencia", "a una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género" y "con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación".
Clavero consideró además que fueron partícipes de un aborto no consentido por la víctima. Tras exponer las acusaciones, el fiscal solicitó la prisión preventiva de ambos integrantes de la pareja, lo que será resuelto mañana por la jueza Garini en una nueva audiencia que se realizará a las 18.
Ayer, los investigadores del caso revelaron que habían hallado manchas que serían de sangre en la ropa del padrastro del novio de Chiara, lo que acrecentaba las sospechas sobre la "intervención de otra persona" en el hecho.
Por tal motivo, la Justicia dispuso que tanto el padrastro del joven acusado como su madre -con quienes convivía en la casa donde fue hallado el cuerpo de Chiara- continúen detenidos, al tiempo que liberó a los abuelos del muchacho, inicialmente también apresados por residir en la misma casa. Ayer, el fiscal regional con jurisdicción en Rufino, Alejandro Sinópoli, confirmó que tras el hallazgo de prendas de vestir con manchas que podrían ser de sangre se ordenaron estudios de ADN para establecer si pueden pertenecer a Chiara.
Para el funcionario, ese hallazgo reforzó la hipótesis de los investigadores que apunta a que el novio de la víctima "no actuó solo". "El menor, a criterio mío, ha falseado la declaración. Fue coherente en todo pero en lo más importante, que es cómo es la mecánica de golpes, se contrapone con las pruebas médico forenses", aseguró Sinópoli.
Con respecto al móvil del crimen, el fiscal regional manifestó que el embarazo de ocho semanas que cursaba Chiara "pudo ser un motivo" del crimen. La adolescente era buscada desde la madrugada del domingo último y su cadáver fue hallado casi 20 horas más tarde en la casa de su novio, quien fue entregado a la Justicia por su padre que es policía.
El cadáver de la víctima estaba enterrado en el patio del fondo de la vivienda, ubicada en San Martín al 800, de Rufino y, según los forenses, la chica había sido asesinada a golpes en la cara y en la cabeza.