Tras haber sido imputada por la Justicia Federal por lavado de activos e infracción a la ley de estupefacientes, hoy Sandra Jaquelina Vargas (38) será imputada por la Justicia local ya que la consideran líder de una banda. Mientras avanzan las investigaciones para saber si ha tenido participación en homicidios ocurridos durante los últimos meses en el oeste de Godoy Cruz.
A las imputaciones que la supuesta líder narco -cuya figura se popularizó bajo el apodo de La Yaqui- debió enfrentar el sábado pasado, hoy finalmente la Justicia local la acusará de ser líder de una asociación ilícita, cuya condena tiene una pena máxima de 15 años.
Además, el fiscal Juan Carlos Alessandra la acusará de falso testimonio agravado -penado con diez años de cárcel como máximo- ya que después del asesinato de su esposo Cristian Gélvez (40), quien murió el 22 de enero del año pasado, denunció ante la Justicia como autor del crimen a alguien que, en principio, no tendría relación con ese crimen.
"Es imposible que salga en libertad", vaticinaron desde la fiscalía al tiempo que agregaron que hay que recordar que Vargas tiene una causa por drogas que data de 2002 por lo que no podría siquiera acceder a la excarcelación durante esta etapa de la pesquisa.
A estos delitos, se tiene que sumar lo dispuesto por la Justicia Federal desde donde se la acusa de lavado de activos -ya que no pudo justificar todos los bienes que tiene a su nombre y los de sus familiares- y de narcotráfico aunque en este punto el fiscal federal que lleva la causa, Walter Bento, prefirió no dar detalles.
Como si esto fuera poco, con el correr de los días la situación judicial de Vargas se podría complicar aún más. Es que, si bien hasta ahora hay sólo indicios, ella y su banda son investigados por varios crímenes cometidos desde fines de 2012 en el oeste de Godoy Cruz.
"Por el momento se está reuniendo material sobre los homicidios. Pero como la mayor premura era detenerla usamos los hechos concretos que teníamos contra ella", dijo ayer uno de los líderes de la investigación.
Es que desde el 7 de marzo pasado, cuando desde la procuraduría local decidió unificar las causas en contra de Vargas y poner al frente de la pesquisa a Alessandra, los tiempos apremiaron para detener a lo mujer.
"Sabíamos que con lo que teníamos golpeábamos. Iban para adentro (sic). Ahora estamos investigando lo demás", aseguraron desde la fiscalía. "Sabemos que hay gente que ha visto cosas importantes. Por ejemplo cómo se movía la banda, pero que no quería denunciarlos porque estaban libres. Ahora les pedimos que por favor se animen y cuenten lo que saben porque de eso puede salir algo importante. Apelamos a la buena voluntad de la gente", agregaron desde la fiscalía.
Gavilla desarmada
Tras las detenciones, los pesquisas fueron optimistas acerca del futuro de la banda de La Yaqui. "La parte más importante, la estructura está desarticulada", confiaron con optimismo.
Es que la detención de la supuesta líder desencadenó otras aprehensiones.
Cuando Vargas fue detenida en San Luis, junto con ella se aprehendió a su hija Silvana (20) quien hoy será imputada por los mismos delitos que su madre: partícipe de una asociación ilícita (aunque en este caso como miembro) y por falso testimonio agravado.
También en esa provincia se detuvo a Carlos "Guatón" Vargas (32), hermano de Jaquelina, un presunto miembro de la banda que será imputado durante esta jornada. A éste le sigue su sobrino y homónimo, apodado "Junior" (20), quien tiene dos causas por abuso de arma de fuego y de quien se investiga su participación en algunos hechos más.
Si bien con este delito podría acceder a la libertad, la acumulación de causas se lo impide. "Los delitos de los que se lo acusa son hechos graves, donde se usan armas y se dispara contra casas en las que hay gente", comentó un investigador.
En este momento son buscadas cuatro personas más -dos hombres y dos mujeres- que también tendrían relación con la banda.
Causa federal
Con La Yaqui tras las rejas, el sábado la Justicia Federal ordenó detener a la suegra de Vargas, Nora Gatto (62), y a una de sus hermanas, Patricia Vargas. Ambas cayeron mientras trabajaban en la rotisería familiar, ubicada en el barrio Los Toneles, de Godoy Cruz.
Luego fueron alojadas en la U32 e imputadas por lavado de activos y narcotráfico. El lunes se negaron a declarar.
Vargas está acusada también por esos delitos.
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