La Justicia detuvo e imputó a una mujer que trabaja para la Dirección General de Escuelas (DGE) por el presunto abuso sexual de su nieto de 3 años. La imputada habría sometido al niño a diversas prácticas sexuales cuando los padres lo dejaban bajo su cuidado, mientras ellos trabajaban.
Ayer el fiscal de Capital Gustavo Pirrello le comunicó la novedad a la mujer, imputándole el delito de abuso sexual agravado por el vínculo y por la guarda; y además le sumó el delito de corrupción de menores. De comprobarse las agresiones sexuales, la mujer podría ser condenada a una pena que va de los 8 a los 20 años de prisión.
Por lo pronto, la imputada quedó con prisión domiciliaria ya que el fiscal entiende que la hay riesgo de que se fugue.
La investigación comenzó en julio del año pasado, cuando los padres de niño se presentaron en la oficina fiscal 13 de Capital para denunciar a la madre del hombre.
El caso quedó bajo la órbita de Pirrello, quien tomó con pinzas el relato que le hicieron los padres de pequeño. Según los progenitores, repentinamente, el niño había cambiado algunos hábitos y conductas que les resultaron llamativas y hasta alarmantes.
A través del diálogo que pueden tener dos padres con un niño de tres años, el menor les explicó que su propia abuela lo habría sometido a prácticas sexuales que incluían el sexo oral y también lo habría sometido a largas sesiones de cine pornográfico.
La detuvieron en su casa
La lentitud de la investigación inicial se diluyó cuando el juez de garantías en turno permitió que el fiscal allanara la vivienda de la sospechosa, ubicada en la calle San Martín, en la Cuarta Sección.
Personal de Delitos contra la Integridad Sexual y de la Unidad Investigativa de Capital, ingresó a la vivienda de la mujer y la detuvo.
También se secuestró una computadora y algunos discos compactos en busca de material pornográfico. Estos elementos serán periciados en los próximos días para comprobar su contenido.
La mujer fue detenida en Contraventores y ayer trasladada hasta el despecho de Pirrello, quien le comunicó la grave imputación. Por su parte, los abogados de la empleada pública le aconsejaron que no declarara. Según trascendió la mujer, en su rol de abuela, se encargaba de cuidar al pequeño por las tardes, cuando sus padres estaban trabajando. En esas circunstancias se habrían cometido las presuntas agresiones sexuales.
