El policía que habría disparado el proyectil antitumulto que mató al hincha de Independiente Rivadavia Lucas Carrazco (22) en marzo pasado, fue imputado por homicidio culposo. Como se trata de un delito excarcelable, el uniformado permanecerá en libertad.
Se trata del efectivo de Infantería Diego Guzmán (25), quien estuvo presente durante la revuelta ocurrida el pasado 14 de marzo después de la suspensión del partido que Independiente Rivadavia debía jugar contra Instituto de Córdoba por la B Nacional, en la cancha del parque General San Martín.
El uniformado ayer fue acusado de homicidio culposo y de incumplimiento de los deberes de funcionario, ambos delitos excarcelables. La primera carátula se basa en que la Justicia considera que el efectivo no disparó para matar a Carrazco, sino que actuó más bien con negligencia.
Guzmán quedó comprometido ya que los disparos se produjeron, justamente, desde el lugar que tenía asignado y además él era el único ubicado en esa zona que portaba un arma para disparar gases lacrimógenos. Justamente fue con un proyectil de esta arma el que mató al hincha.
Partido suspendido
Como el encuentro no se disputó por falta de luz, se produjo en las inmediaciones del estadio Juan Bautista Gargantini una batahola entre hinchas y policías, justamente mientras los primeros se desconcentraban. En la esquina de Boulogne Sur Mer y Callejón Sur, estaba el hincha leproso, Carrazco, quien terminó con una herida en la cabeza que dos días después le provocó la muerte, mientras estaba internado en el hospital Central.
La primera versión (oficial) indicó que el chico fue lesionado con una botella de vidrio. Sin embargo, amigos y familiares de Carrazco (él había ido a la cancha con un hermano de 18 años) desmintieron esa versión y dijeron que había sido un policía quien hirió al hincha.
El caso recayó inmediatamente sobre el fiscal especial Daniel Carniello quien solicitó algunas pericias para avanzar con la investigación. Así, se descubrió que Carrazco no tenía restos de vidrio en su ropa ni en su cuerpo pero sí presencia de deflagración de pólvora, lo que es un indicador de que no murió a causa de un botellazo sino de un disparo.
Y se estableció que, posiblemente, se trataba de un proyectil antitumulto por lo que se concentró la investigación en los efectivos de Infantería que son los únicos que portan armas con ese tipo de municiones.
A esto se agregó que muchos testigos aseguraron ver cómo al menos dos policías de Infantería disparaban "a la altura de las cabezas" y que nunca se halló la supuesta botella con la que el joven fue herido, según la versión abonada por las autoridades policiales.
La necropsia determinó que Carrazco "no presenta heridas compatibles con una pelea", que el golpe en la cabeza fue "hecho con un elemento romo" y que el cadáver "no presentaba restos de alcohol, drogas, ni ansiolíticos en sangre".
En tanto que, en el croquis confeccionado por Criminalística, sale a la luz que Carrazco fue "apuntado desde una distancia aproximada de diez metros y cuando la víctima se encontraba de espaldas".
Ahora el Ministerio de Seguridad será quien decida sobre la suerte del policía, es decir, si se mantiene en la fuerza, si es suspendido o exonerado.