Tal como se preveía desde diciembre pasado, las médicas Andrea Piatti y Viviana Bacciedoni, acusadas de una mala praxis que terminó en la muerte de la niña Guadalupe Codes (9), ayer fueron notificadas de los delitos por los que se las acusa. Se trata de homicidio simple con dolo eventual -la imputación más alta- con la alternativa de homicidio culposo.
Esto significa que la causa puede ser elevada a juicio con ambas carátulas y que incluso, en la última instancia de la instrucción, los jueces de la Cámara de Apelaciones podrían llegar a ser quienes decidan qué delito cometieron las profesionales. Incluso la causa puede llegar a juicio con esas dos carátulas y el fiscal de Cámara acusar a las médicas por ambos delitos.
“La acusación puede ser una u otra pero se amplía al máximo las posibilidades con respecto a lo sucedido”, explicó una fuente judicial, aunque, de llegar a juicio, deberían ser condenadas por un solo delito.
El delito más grave es homicidio con dolo eventual que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer la medicina.
En el caso de que la carátula vire a “homicidio culposo”, la pena va de 1 a 5 años de prisión. Esta “alternativa” de imputaciones es inédita en Mendoza, lo mismo que la carátula de “homicidio simple”, para un médico en el ejercicio de su trabajo.
Antes del fallecimiento de la niña, Piatti y Bacciedoni estaban acusadas de lesiones culposas graves.
Según Pablo Cazabán, abogado de la familia Codes, la doctora Piatti volvió a declarar ante el fiscal cuando le notificaron la nueva imputación. “Piatti reconoció que aplicó la dosis de Vincristina pero dejó en claro que la decisión fue de Viviana Bacciedoni, jefa de Hematología del hospital Español”.
En contraposición a lo dicho por Cazabán, la abogada defensora de Piatti, Gemina Venier, sostuvo a Los Andes que de ninguna manera su defendida aplicó la droga mencionada a Guadalupe.
En palabras de Venier, Piatti “sí reconoció haber alcanzado la dosis de Vincristina a la enfermera al tercer día de internación”.
El caso conmocionó a toda la provincia porque la pequeña padecía leucemia y llegó al hospital Español en el marco de ese cuadro.
Justamente en ese nosocomio se le realizó el tratamiento fatal.
Allí estuvo hasta el 28 de agosto, cuando fue derivada al hospital Notti donde falleció el 20 de noviembre. Durante todo ese tiempo permaneció en coma inducido, en terapia intensiva. Presentaba parálisis en los sistemas respiratorio y digestivo. Estaba entubada por completo y no podía respirar ni ingerir alimentos por sus medios.
El caso
De acuerdo al relato de la familia -y de la propia niña, mientras estuvo consciente-, el viernes 28 de agosto, Guadalupe se encontraba en el hospital Español. Allí alguien le suministró la Vincristina de forma inadecuada y de a poco la pequeña fue perdiendo la sensibilidad en su cuerpo.
“Le colocaron intratecal (en la médula) un medicamento oncológico, altamente neurotóxico, llamado Vincristina, que debe ser suministrado únicamente por vía endovenosa. Dicho "error" como dijo la doctora, ha ocasionado a mi hija una cuadriplejia, por lo que fue internada en terapia intensiva conectada a un respirador”, denunció la madre de la niña antes de que ésta falleciera.
“Todo el mundo sabe que debe ser suministrada de forma intravenosa la droga, y no en la médula”, explicó Cazabán.