El fiscal Oscar Sívori, quien lleva adelante la acusación contra Lucas Fernández (31), el ex empleado judicial sorprendido con dos niñas en El Carrizal, amplió la imputación sobre el joven y ahora, cuando el juicio se encamina a su etapa final, sostiene que Fernández es responsable por dos abusos sexuales en perjuicio de la misma nena de 12 años. "Al primero lo consumó en el interior de su auto, pero hubo un segundo hecho, que no pudo completar porque fue interrumpido por un policía que llegó hasta el auto", indicó.
La defensa de Fernández calificó la decisión de Sívori como "insólita" y "carente de fundamento" e insistió en su estrategia: la de asegurar que no existió acceso carnal ya que Fernández y la niña fueron sorprendidos vestidos y además, en las pericias forenses a la menor, no se encontró antígeno prostático.
Pero Sívori, quien subraya el hecho de que la falta de antígenos prostáticos en una víctima "no implica necesariamente la ausencia de relación sexual", amplió la acusación respaldado en el contenido de las cámaras Gesell a las dos nenas encontradas con Fernández en una huella de El Carrizal.
En esas pericias las niñas sostienen que hubo relaciones: lo dijo la víctima y lo confirmó su amiga, quien contó que ella en un momento se bajó del auto y que ellos estaban desnudos adentro del vehículo. Ese instante es para Sívori el del abuso sexual con acceso carnal y el primero de los dos hechos que sostiene en su nueva acusación.
Más tarde llegaría al lugar el suboficial Marcelo Belardi, quien sorprendió al acusado y a las nenas en el auto. El uniformado contó que en el asiento delantero vio a una de las niñas y que en el de atrás estaban Fernández y la otra menor. El policía relató que el hombre estaba sobre la nena y que cuando él se acercó, ellos se separaron, la chica se acomodó la remera y Fernández se pasó de asiento. También dijo que ambos estaban vestidos, dato que subraya la defensa para insistir en que no hubo penetración.
Ese relato que hizo el policía ante el tribunal constituye para Sívori el segundo hecho de su nueva acusación y cree que ese abuso quedó en grado de tentativa, solo porque el policía interrumpió el momento.
Por otro lado, el tribunal conoció esta semana el contenido de la primera pericia psicológica que se le realizó a Fernández en enero, a pocos días de ser detenido. Es un estudio que quedó incompleto cuando, por consejo de su primer abogado, el acusado decidió interrumpir el interrogatorio de los peritos.
Es probable que a la hora de evaluar la personalidad del acusado, Sívori rescate de aquel primer estudio los rasgo de tipo “narcisista y psicopáticos” de Fernández, además de una faceta “ansiosa e irritable, infantil e inmadura”. Pero según una fuente consultada, el fiscal pondría especial interés en la actitud ganancial que mostró el acusado y que lo llevó en un principio a negar problemas actuales con las drogas, aunque más tarde admitió frente al tribunal ser un adicto.
“¿Fernández tiene problemas con las drogas o no? ¿Es un adicto o un consumidor ocasional? ¿Estaba consciente de lo que hacía cuando se llevó a las nenas de una plaza o el consumo de drogas alteró su subjetividad? Son preguntas que se hará el fiscal y también el tribunal”, comentó una fuente al recordar que hubo consumo de drogas en el domicilio del acusado, luego de que recogiera a las menores de una plaza de San Martín y en la previa al viaje hasta El Carrizal.
Para la defensa, integrada por Juan Rosello y Jorge Cantalejos, lo trascendental de la primer pericia es que no muestra que Fernández tenga patologías sexuales. "Es lo que uno debe buscar en un caso de abuso", resumió Rosello, confiado en que la suma de elementos favorecerá a su defendido.
La semana que viene, el tribunal presidido por Viviana Morici e integrado por Eduardo Orozco y Victoria Franano, analizará una nueva pericia psicológica realizada al acusado. Luego vendrá el tiempo de alegatos y, por fin, la sentencia.