De la mano de una cosecha récord, y pese a la caída de los precios internacionales, el campo ratificó en 2019 el peso fundamental que tiene para la generación de divisas.
Los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) hasta noviembre permiten trazar un balance de año que arroja buenas cifras en materia de exportaciones de productos primarios y manufacturas de origen agropecuario (MOA).
En 11 meses, el comercio exterior de productos sin valor agregado generó 16.143 millones de dólares, lo que significa un incremento del 28,6 por ciento en comparación con los 12.548 millones del mismo período de 2018.
En cuanto a mercadería con algún tipo de procesamiento o industrialización, el alza fue más leve: 3,7 por ciento, de 21.175 millones de dólares a 21.968 millones.
Sumados ambos conceptos, las exportaciones del agro superaron los 38.000 millones de dólares desde enero, una cifra mayor a la totalidad de todo 2018 (36.962 millones) y de 2017 (37.377 millones).
De haberse mantenido en diciembre el ritmo exportador de los meses anteriores, el comercio exterior de productos primario y MOA podría sumar más de 41.000 millones de dólares en todo 2019. Sería la mayor cifra desde los 44.768 millones de dólares de 2013.
Fábrica de divisas
En una economía necesitada de producir dólares para sostener sus constantes desequilibrios, el agro ratificó en el año su rol protagónico.
Las divisas generadas entre enero y noviembre por el campo y la agroindustria representan casi el 64 por ciento del total exportado por todos los sectores (incluyendo las manufacturas de origen industrial y los combustibles y energía), que bordeó los 60.000 millones de dólares.
Esta participación es superior a la que tuvieron en 2018, que fue del 60 por ciento. Es además una de las proporciones más altas de la última década, sólo superada en 2016 (67,4 por ciento) y 2015, (64,4 por ciento). No obstante, un aspecto negativo que deja 2019 es que creció en mayor proporción la exportación de productos sin valor agregado, que representaron 42 por ciento del total de dólares generados por el agro. El año pasado, habían representado 37 por ciento. Los industrializados, en cambio, bajaron de 63 por ciento a 58 por ciento.
Ranking
De acuerdo con el informe del Indec, los mayores aumentos interanuales de exportaciones se dieron en su mayoría en productos agropecuarios. Semillas y frutos oleaginosos (en especial porotos de soja y maníes crudos) crecieron 2.438 millones de dólares; cereales (con el maíz y cebada a la cabeza) sumaron 1.887 millones; carne y despojos comestibles (en particular carne bovina congelada, trozos y despojos de gallos o gallinas) adicionaron 1.028 millones; y grasas y aceites (aceite de soja y girasol, principalmente) se incrementaron en 654 millones de dólares. También mostraron una buena performance los productos de la molinería, como las harinas de trigo, con 83 millones de dólares más.
De todos modos, también hubo rubros agroindustriales que mostraron pérdidas significativas: por ejemplo, los residuos y desperdicios de la industria alimenticia bajaron 479 millones de dólares debido a las menores exportaciones de harina de soja; lo mismo sucedió con el achique de las ventas de biodiésel y herbicidas a base de glifosato que le restaron 299 millones de dólares a las industrias químicas. Asimismo, cayó el valor exportado de frutas comestibles, preparaciones de hortalizas, pieles y cueros, leche en polvo y miel, entre otros rubros vinculados al campo.