La Cámara de Senadores de la Nación aprobó ayer la ley que determina aumentos en los impuestos internos para vehículos de lujo. Representantes del sector automotor se mostraron en pleno desacuerdo con la normativa y aseguraron que los patentamientos podrían caer entre un 20 y un 40% en 2014. Además, advirtieron que se perderán muchos puestos de trabajo.
Cuando entre en vigencia, la ley establecerá una alícuota del 30% para los autos que cuesten entre $ 170.000 y $ 210.000 y del 50% para los de valor más alto. Los expertos del mercado pronostican una importante retracción de ventas, que se pronunciaría en los próximos meses, teniendo en cuenta que los $ 170 mil determinados como base son fijos y no se actualizarán -en principio- con el avance de la inflación. De esa manera, cada vez más autos tendrán que pagar el impuesto y quedarán fuera del alcance económico de un sector de la población.
"Hoy, los aumentos de impuestos alcanzan al 10% de los autos cero kilómetro del mercado pero el año próximo afectará a muchos más modelos. La inflación es cada vez más alta y la aceleración de la devaluación impacta sobre el precio de vehículos y autopartes importados", explicó Rubén Beato, secretario general de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara).
Abel Bomrad, presidente del mismo organismo, comentó a DyN que en 2014 el impuesto podría llegar al 70% de los autos fabricados en el país. "Seguiremos pidiendo la entrevista a los organismos de aplicación a efectos de ver si en la reglamentación se logra establecer una mecánica de actualización de los montos", comentó Bomrad esperanzado.
Contracción del mercado
El sector automotor alcanzará este año cifras récord de patentamientos, pero su etapa de auge comenzaría a caer como consecuencia de la nueva ley. "Este año superaremos las 900.000 ventas de autos y vehículos livianos, pero para 2014, esperamos que los patentamientos caigan a 750.000", declaró Beato. En términos porcentuales, la baja sería del 20%.
Sin embargo, lo más preocupante para el empresari, es que una reducción de las ventas implicaría una disminución en los volúmenes de producción y, por tanto, una caída en la demanda de mano de obra.
Si bien el secretario general de Acara no tiene un pronóstico claro sobre cuántos puestos de trabajo se podrían perder, aseguró que la contracción laboral será considerable.
También Gustavo Ruggeri, gerente de Ventas de Audi en Goldstein, consideró que la nueva ley tendrá "un importante impacto negativo en el mercado de automotores en su totalidad".
El profesional opinó que, en el caso de los autos importados de alta gama, la compra de 0 km dejará de ser vista como una inversión. "Por el atraso del dólar, los vehículos importados estaban relativamente baratos y la adquisición de un vehículo de alta gama estaba al alcance de más personas", indicó.
"Con la nueva ley, los valores de algunos vehículos subirán 50% y volverán a ser considerados bienes de lujo. Esto, sin duda, se traducirá en una disminución de las ventas de entre un 30 y un 40 por ciento", indicó.
El profesional observó, además, que con la alícuota del 50%, el precio de los autos importados cotizará al valor del dólar blue, que hoy se vende a $ 9,70 y mantiene una brecha del 51% con el dólar oficial.
Desde otra importante concesionaria de autos de lujo de Mendoza, opinaron que las ventas caerán un 40% en 2014. "La industria venía muy fuerte pero la retracción para el año próximo será inevitable", cuestionaron.
Ampliando las proyecciones para el año próximo, los representantes del sector aseguraron que la obligación de disminuir 20% las importaciones de autos en los primeros tres meses del año (otra regulación impuesta por el gobierno días atrás), no tendrá ningún impacto para los vehículos caros ya que "el flujo de ventas disminuirá más que ese porcentaje".
Diferente será la situación para autos importados de segmentos de precio bajo que, al no tener ningún nuevo recargo impositivo, mantienen una buena expectativa de ventas. Sin embargo, las limitaciones de importación también podrían significar una contracción en el número de patentamientos.
