Desde que terminó "Game of Thrones", "Westworld" pasó a ser una de las series cabecera de HBO. Para muchos incluso fue una posible seguidora de ella, aunque la segunda temporada causara más desilusión que sorpresa. Jonathan Nolan y Lisa Joy -los creadores- siguieron rondando sobre el concepto de un parque que simula distintas realidades y que ya se encuentra en su tercera aventura. En esta temporada, sin embargo, quisieron regalarle un pequeño guiño al fan de la señal.
Es que en el segundo episodio, titulado "The Winter Line", se coló un personaje de "Game of Thrones", dando así un golpe de nostalgia para los fans que se despidieron de King's Landing en mayo del año pasado. Vemos a Drogon (recordarán, el último dragón de Daenerys que queda finalmente con vida) haciendo un cameo, o crossover: sencillamente un tributo a la gran saga inspirada en los libros de George R. Martin.
La escena sucede cuando (¡spoiler!) Bernard y Stubbs están en el núcleo central para averiguar si su memoria fue alterada tiempo atrás por Dolores.
En eso, se ven dos técnicos que intercambian palabras sobre el destino de la máquina-animal: esos técnicos son nada menos que David Benioff y D. B. Weiss, los creadores y showrunners de la serie. Eran dos caras desconocidas para el gran público, hasta ahora.
Instantáneamente hubo repercusiones en las redes, con fanáticos que captaron el momento, compartiéndolo después emocionados, y otros que -juntando ambos mundos- se arriesgaron a asegurar que toda "Game of Thrones" fue la simulación de uno de los parques de "Westworld". Difícilmente sea cierto, pero la idea de HBO de revisitar la mejor serie de su historia emocionó y todos la agradecieron.
