El silencio pasó a ser el mejor aliado de este Godoy Cruz, en el cual la única certeza es la duda. Las noticias transcurren en el más absoluto secreto y los periodistas tenemos que adivinar cada movimiento. Se esconde desde algo tan simple como el horario y lugar de entrenamiento del equipo hasta la extensión del contrato del nuevo entrenador, quien -a propósito- pide que no haya presentación oficial de su flamante experiencia como entrenador de fútbol.
Mientras tanto, la dirigencia hace y deshace a su antojo, cambia figurita, traiciona a uno de los más grandes ídolos de la institución… y nadie dice nada. Desde el presidente, pasando por los dirigentes de menor relieve, los integrantes del nuevo cuerpo técnico y hasta los juveniles tienen miedo de hablar, de decir algo que pueda ser usado en su contra.
El pueblo quiere saber, pero los periodistas no tenemos acceso a la información. Y no sólo eso. Se nos expulsa de la práctica como si fuésemos "espías" mandados por vaya a saber qué DT rival. ¿Rivales? Justamente eso parecemos los que cubrimos la vida diaria del Expreso.
El presidente elige los medios "amigos" de Buenos Aires para dar a conocer la "primicia" que se "filtró" varios días antes y que ya era un hecho: Gabriel Heinze tenía todo arreglado con Godoy Cruz. Todo muy desprolijo. Demasiado. Había un técnico (al que le queda un año más de contrato) y que a principio de año fue prácticamente obligado por el titular del Tomba a continuar en un cargo en el que no quería estar.
Los desatinos no pararon. Tras el aburrido empate en cero ante Arsenal, el Gato Oldrá pegó el portazo. Dolido, molesto, traicionado, levantó su mano y llenó sus ojos de lágrimas cuando el pueblo tombino coreó su nombre. Con todas las armas para hacerlo prefirió no "matar" con declaraciones al presidente. Al contrario. Aunque sin escatimar palabras bajo un tono de lógica angustia, se llamó a la mesura para "no dañar a la institución", algo que algunos no paran de hacer con sus decisiones tiranas.
El silencio (no) es salud
Lunes 15 de junio, 9 de la mañana, predio de Godoy Cruz en Coquimbito. Comienza oficialmente la era Gabriel Heinze en Godoy Cruz, quien al igual que Omar Asad y Martín Palermo coinciden en el representante mendocino en Primera División para comenzar sus primeras armas como entrenador.
Sin embargo, formalidad es lo que brilló por su ausencia. La prensa, ávida de información, llegó hasta la lejana propiedad de Ruta 60 y calle Santa Fe de la localidad maipucina con la clara intención de observar el primer entrenamiento del flamante entrenador del Expreso y conocer las primeras sensaciones como entrenador de un futbolista consagrado que no sólo fue capitán de la Selección Argentina, sino que jugó en equipos grandes de Europa como Real Madrid, Manchester United, PSG o Roma. Pero lo único que obtuvimos fue un NO rotundo.
A pedido del DT, los periodistas fuimos “invitados” a abandonar el predio. Una falta total de respeto, no sólo a la prensa sino a los socios e hinchas de Godoy Cruz y también al público en general. No hacen más que seguir dañando a la institución.
Fue una mañana bastante agitada. Desde el principio hasta el final nos hicieron sentir “sapos de otro pozo”. A los colegas de diario Uno, La Red y Estudio Cooperativa, al igual que a los fotógrafos de Los Andes y Uno los sacaron del predio. Informado de la situación, este cronista ingresó por el portón de calle Santa Fe sin impedimento alguno y nos quedamos adentro del auto.
Casi a las escondidas observamos una práctica en la que Heinze exigió a los 13 juveniles que trabajan con el plantel superior. El adiestrador dispuso bloques de máxima intensidad con pelota, en los que se recrearon situaciones de ataque y defensa. Minutos más tarde, cronista y fotógrafo de diario
El Sol hicieron su ingreso al lugar, pero cuando el reportero gráfico intentó hacer su trabajo, (retratar el primer día de trabajo) fue sacado del lugar por Matías Rodríguez, el jefe de prensa del club.
Ya cuando la práctica había finalizado, el mismo colega intentó nuevamente tomar imágenes del flamante DT del Tomba. Fue allí cuando Heinze, que estaba dialogando con el encargado de atender a los periodistas, miró con cara da pocos amigos y le dijo a Rodríguez que no quería periodistas en el predio. Entonces, otra vez se nos “convocó” a abandonar el lugar. Esta vez, del portón para afuera, en el callejón aledaño al predio.
A esa altura del mediodía, pensar que Heinze iba a brindar la habitual conferencia de prensa de presentación era casi una utopía. Y lo sospechado se confirmó minutos después, cuando el Jefe de Prensa se acercó hasta nuestro lugar y nos dijo que el Gringo no hablará con la prensa hasta que finalice la pretemporada. Es decir, hasta dos días antes de su debut oficial, cuando Godoy Cruz reciba a Crucero del Norte por la decimosexta fecha del torneo.
“No se presentó, fue seco y se nota que será exigente”, confesó uno de los protagonistas. “No dijo ni buenos días”, fue la frase de otro empleado del club. Impresentable.