Hoy compartiremos información muy interesante sobre los implantes dentales, sin dejar de priorizar el fin de a Odontología: alargar al máximo la vida del diente original y sus tejidos circundantes, y sólo recurrir al implante sino queda más remedio, ya que es una prótesis que remplaza a uno o más dientes naturales.
El implante es la mejor opción cuando está bien indicado por el profesional, de reemplazo de un diente, dado que es fijo y estimula todos los tejidos circundantes, brindándole vitalidad a la boca. Una persona adulta sin dientes envejece, producto del mal funcionamiento en su biomecanismo y de más está decir si es visible, por su estética.
Este dispositivo, ante un tratamiento y o presupuesto, se divide en el perno de implantación intraóseo más la corona respectiva, la parte visible por encima de las encías.
Hay que saber que algunas obras sociales cubren el costo de los implantes dentales parcial o totalmente; por ello es importante la especificación. Estos costos varían mucho, ya que dependen de múltiples factores tanto del profesional actuante como de los materiales a utilizarse. Siempre se sugiere buscar la calidad antes que el precio.
A nivel técnico, se pueden hacer dos grandes divisiones: están los de carga inmediata y la carga mediata, significa que los primeros en menos de 1 hora quedan colocados para ser usados y los segundos tienen que esperar de 2 a 6 meses (dependiendo del receptor y del tiempo de integración). El tiempo es lo más significativo, ya que la mayoría son de titanio con algunas variantes y roscas.
Ambos sistemas de implantes vieron la luz en nuestro país y como todo producto médico-odontológico para la salud, debe ser autorizado por la ANMAT de acuerdo con la disposición 2318/02. Hace 25 años en Argentina, con los primeros implantes, sólo se utilizaban estudios radiográficos. Pero con la evolución tecnológica hoy se realizan estudios de distinto tipo. Desde hace muy poco se autorizaron los de carga inmediata en Argentina, no así en otros países avanzados.
En la era moderna mundial después de la 2da. Guerra Mundial en Alemania, los doctores Branemark (sueco) y Tramonte (italiano) registraron estos tipos de implantes de titanio. Hoy en día se sigue usando este material en distintos grados de pureza, y modificando la interfase con el organismo (tejido receptor), con zirconio y/o con óxidos como ser de alúmina, mejorando sus propiedades integralmente con el receptor.
Por las características del material, en implantología no se puede hablar de rechazo. Sin embargo, existen algunos casos en que esta intervención quirúrgica no es aconsejable: por ejemplo, en pacientes diabéticos no estables o en aquellas personas que hayan sido radiadas en la zona a trabajar, debiendo esperar 2 años de gracia para que los tejidos vuelvan a la normalidad. También los fumadores deberán dejar este hábito 20 días antes de la intervención y también días después.
Si los chequeos de rutina muestran alguna enfermedad encubierta, el odontólogo deberá derivar al médico de cabecera y planificar la cirugía para cuando se reestablezca el paciente, teniendo en cuenta que es ambulatoria. Por ello permite que el paciente la realice en cualquier momento, y no hay límites de edad para realizarla.
A continuación de realizarse el implante, el paciente tiene que tener los cuidados de un postoperatorio liviano. Pasadas las 24 a 48 horas estará en condiciones de realizar cualquier actividad habitual, equilibrada. Esto varía en el caso de que se le hayan realizado acciones paralelas como un levantamiento del seno maxilar, donde no puede tomar un avión ni realizar ejercicios físicos por 10 días. Si se hubieran colocado varios implantes y sobre ellos una prótesis removible provisoria, es preferible tener recaudos específicos que le serán indicado por su odontólogo.