Imperativo: bajar la desnutrición

La buena nutrición depende de la disponibilidad de alimentos, de los hábitos de selección.

Imperativo: bajar la desnutrición
Imperativo: bajar la desnutrición

Las nuevas corrientes de la ciencia sugieren que el ser humano está en constante evolución y que se redoblan los esfuerzos por mejorarlo, hacerlo más fuerte, más inteligente, más perfecto.

Pero hay un aspecto básico, fundamental, pilar del desarrollo físico e intelectual del género humano cuyo valor, a veces, no es apreciado aún en su justa medida: la buena nutrición infantil.

El médico chileno Fernando Mönckeberg, lúcido y activo a sus 92 años, y Abel Albino (nuestro pediatra mendocino) luchadores incansables contra la desnutrición, han alertado desde hace mucho tiempo que uno de los problemas que más preocupa al ser humano es su alimentación y, de manera fundamental, en los primeros años de vida.

Esto ocurre porque en vastas zonas del globo existe una baja ingesta de alimentos calóricos, aunque el grave problema gira alrededor del déficit proteico.

Los Andes accedió, a través de una entrevista, a los comentarios del fundador de Conin Chile, matriz de la cual se creó localmente la misma entidad para combatir el flagelo de los niños mal alimentados. Mönckeberg batalló en Chile contra la desnutrición, y lo logró. Él quería evitar la desnutrición, especialmente en los primeros años de vida, ya que "el niño puede quedar lesionado por desnutrición" y cuando comenzó con esta cruzada en su país, en la década de 1950, la mortalidad infantil era de 130 niños por cada mil.

Evidentemente, la proteína es un principio alimenticio, fundamental; es la primera sustancia reconocida como parte vital del tejido vivo.

Hay que considerar que los alimentos con proteínas óptimas, son costosos, por lo que urge el desarrollo de nuevos recursos alimenticios y una mejor utilización de los ya existentes.

Pero también es fundamental la "educación nutricional", ya que la madre se transforma en educadora al fomentar hábitos y actitudes definidas respecto al alimento, teniendo en cuenta que sin buena alimentación se detiene el crecimiento cerebral de los niños. Esta batalla, lamentablemente, se define en los primeros meses de vida; después puede ser tarde.

También suele ocurrir que en una segunda etapa de la vida, estos niños suelen caer en una malnutrición dada por el exceso de hidratos de carbono en su alimentación (pastas, pan, etc), que los lleva a la obesidad. Éste es otro problema que está afligiendo al mundo en la actualidad.

Por eso entristece que en un país tan fructífero y rico en la producción de alimentos como es la Argentina, haya desnutrición.

A través de numerosas investigaciones, Mönckeberg demostró la relación que existe entre la alimentación y el rendimiento intelectual en los niños.

De los estudios realizados, surgió que a pesar de vivir en ambientes idénticos, el rendimiento intelectual de los niños mal alimentados es inferior a los nutridos correctamente; que el retardo mental está en correlación con el peso y grado de desnutrición; que una disminución aparente del volumen del cerebro acompaña a una afección severa de marasmo (delgadez extrema), y que el retardo en el crecimiento incluye un déficit en el crecimiento craneano que, a su vez, tiene correlación con el cociente de inteligencia.

Por eso todo el sistema de salud, más los nutricionistas y otros expertos en el tema, deben insistir en la alimentación adecuada de los infantes, en la necesidad de la higiene, la prevención, la vigilancia nutricional y apropiadas medidas sanitarias.

En su discurso anual ante la Legislatura, el Gobernador aseguró que aunque sigue siendo alta, la pobreza se redujo en 9%, de 35% a 26%, durante el período de su gestión.

Del mismo modo, señaló que la pobreza hay que erradicarla por completo, pero que aún falta mucho para lograr ese paso.

Por último y para cerrar este comentario, acudimos a un aporte de la experta en nutrición Ana Yannelli de Araniti. Ella contó que el primer director de la FAO, John Boyd Orr, dijo: "La gente nos pide comida y nosotros le damos estadísticas".

Esta Organización para la Agricultura y la Alimentación, con sede en Roma, afirma que el futuro del hombre está en la tierra. Acá, en Argentina, donde cae una semilla nace una planta.

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