“Cuando asumí la tarea de enfrentar y desmantelar sus negocios y circuitos, sabía que iban a tratar de arrastrarme al barro. No es gratis enfrentar a las mafias”, afirmó el intendente de Guaymallén, Marcelino Iglesias, al hacer referencia al nuevo round que enfrenta, desde lo legal, con su antecesor, el justicialista Luis Lobos.
Si bien hay varias peleas pendientes entre ambos, el último caso que se conoció es el de una contratación millonaria que se hizo en tiempo “express” y que apunta, por diferentes irregularidades denunciadas ante la fiscalía de Delitos Complejos, a Lobos y a su secretario de Obras y Servicios Públicos, Federico Sampieri.
A casi ocho meses de haber asumido un municipio “en estado crítico”, el radical hizo ayer un balance y aseguró haber “puesto en marcha un plan de trabajo constante”.
Pero también volvió a hablar de las demandas, ahora cruzadas, con Lobos. Concretamente, hay tres hechos que reactualizan la pelea entre el intendente actual y el concejal que estuvo a cargo de la intendencia durante dos años.
El primero, que se conoció esta semana, es que Lobos quiere volver a su cargo de planta en la municipalidad, del que lo echó Iglesias el 17 de mayo pasado. “Este caso está en la Suprema Corte.
Nosotros tenemos confianza de haber hecho bien las cosas y esperemos que la Justicia lo convalide”, señaló el radical en referencia a la acción procesal administrativa que inició el justicialista para revertir la cesantía.
El segundo contragolpe se desprende del primero y es una denuncia de Lobos contra Iglesias, de la que todavía no es notificado el intendente actual. Según se supo, la demanda cuestiona las pruebas que justificaron la cesantía.
“Si bien todavía no me consta, en su momento voy a hacer mi defensa pública, ya que es el ámbito en el que me desempeño”, adelantó el intendente.
Por último, Iglesias presentó una denuncia ante el fiscal de Delitos Complejos, Juan Manuel Bancalari, por una contratación “irregular” a una empresa llamada Wanka S.A., para el asfaltado de 28 cuadras.
La contratación fue realizada por $ 21.600.000. “Se han pagado en efectivo algo de $ 11 millones, por lo que nos queda una deuda de $ 10.600.000, más una demanda que presentó la empresa por 3 millones extra que, sumados a los intereses, va a triplicar la deuda”, explicó Marcela Amarillo, directora de Asuntos Jurídicos de la municipalidad.
Por las denuncias que ya se hicieron en su contra, Lobos tiene dos imputaciones: una por fraude a la administración pública y la otra por incumplimiento de los deberes de funcionario público y administración fraudulenta.
La contratación irregular
Según cuentan en el municipio, la contratación de una “planta de asfalto y la provisión de otros elementos tales como rodillos, camiones, entre otros” para la pavimentación de 28 cuadras, mostró diferentes irregularidades.
“Llama la atención la celeridad con la que se llama a licitación y se contrata con Wanka. En un mes se adjudicó y esta empresa fue la única que se presentó”, contó Amarillo.
A partir de allí, hubo otros episodios similares. “Pagaban antes del plazo. La primera factura tiene fecha del 28 de enero de 2015 y los pagos se deberían haber hecho entre los 30 y 60 días posteriores. Acá el 4 de febrero ya estaba cancelada. Llama la atención que cobraran tan pronto cuando el municipio estaba en cesación de pagos”, sospechó la funcionaria.
La denuncia continúa con el detalle. Si bien la licitación debía ser solventada con fondos nacionales específicos del “plan Más Cerca”, este dinero no llegó al municipio.
Pero pese a las sugerencias de funcionarios municipales de rescindir el contrato, por no contar con los fondos para afrontar los gastos, Lobos habría ordenado “continuar con la planta”, por lo que se solventó con plata municipal.
Ahorro y pagos al día
Con una presentación en la que comparó el “ayer versus hoy”, el intendente de Guaymallén diferenció sus primeros meses de gestión con la herencia recibida de Lobos. Iglesias aseguró haber recibido una comuna con $ 220 millones de deuda registrada.
“Tenemos $ 110 millones cancelados. Esto lo hicimos sin recibir un centavo de la Nación, sólo con los ingresos propios y una buena administración. A su vez, disminuimos la planta de personal en 300 cargos entre empleados y funcionarios. Esto lo hemos ido destinando a un plan de obras que es modesto, que no nos conforma, pero en el que llevamos $ 70 millones invertidos y aspiramos a que sean $ 100 millones”, describió. A su vez dijo que tiene los salarios y los proveedores al día.
“Acá han pasado cosas graves. Me inventaron un cáncer de próstata, después colon y hasta de útero. Se ve que están nostálgicos de los manejos monárquicos que hacían él (Lobos) y su señora”, dijo Iglesias para desmentir los rumores de enfermedad que circularon en los últimos tiempos.