Hace pocos días, se produjo un “cisma” entre la jerarquía eclesiástica y los scout de la Argentina, que ha tenido una amplia repercusión mediática por el trabajo que desarrollan los scout en el país y por la postura condenatoria del cardenal Poldi. Me gustaría, como autor del libro “Los Exploradores de Don Bosco en Mendoza. Historia del Primer Batallón”, brindar un aporte, desde la historia, de un conflicto -con otras dimensiones- pero de larga data.
En 1915, el padre salesiano José Vespignani junto al carismático padre Lorenzo Massa (fundador del club “San Lorenzo de Almagro”, en 1908), siguieron las directivas del papa Benedicto XV, quien había llamado la atención a los católicos acerca del “peligro” que se cernía sobre todas las naciones con la pretendida laicización de los “boys-scout” (término que ya no corresponde utilizar, porque a la institución la integran también niñas) y fundaron, en Buenos Aires, los Exploradores de Don Bosco.
Los exploradores realizaban actividades de tiempo libre similares a los scout, pero tenían la impronta y el carisma educativo de formar “buenos cristianos y honrados ciudadanos” siguiendo los lineamientos del Oratorio Festivo creado por Don Bosco (1841) en Turín.
Por su parte, el Poder Ejecutivo Nacional, por decreto del 13 de noviembre de 1917, había declarado al escultismo como institución nacional. Y desde los scout pedían la inmediata incorporación de los exploradores a sus filas. Ahí comenzó un conflicto de grandes dimensiones entre ambas instituciones. Hasta el punto que la policía de la capital porteña había recibido órdenes de detener a los exploradores que hicieran uso del uniforme y de impedir el tránsito en sus desfiles habituales, con motivo de sus excursiones de práctica.
La astucia y buenos fundamentos de los salesianos dieron por finalizado el litigio.
En Mendoza, la situación no pasó a mayores, salvo alguno que otro enfrentamiento a piedras y cascotes entre ambos bandos cuando se “chocaban” haciendo sus excursiones en el Parque del Oeste, hoy parque General San Martín. Con los años, ambas instituciones limaron las asperezas y han trabajado en conjunto, así lo demuestra la asistencia a las víctimas del terremoto de San Juan en 1944, por mencionar alguna.
Quizás este aporte resulte ridículo, pero es un dato histórico valioso. Tanto Don Bosco como Baden Powell, uno en Italia y el otro en Londres, tuvieron el mismo punto de partida al contemplar el bajo nivel, decadencia moral y física de los niños pobres. Ambos trataron de llevar el remedio de una distinta pero eficaz educación.
Jesús Marcelo Morales
DNI 36.230.146