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hace 8 horas
El Vaticano decretó la dispensa del estado clerical al sacerdote cordobés Nicolás Alessio, de 53 años, quien se había pronunciado a favor del matrimonio igualitario, se informó oficialmente.
La Iglesia Católica, a través de la Congregación para el Clero, emitió esa medida el 6 de febrero pasado, aún bajo el pontificado de Benedicto XVI, quien anunció su dimisión al cargo cinco días después.
Pero la noticia sobre la dimisión del estado clerical de Alessio fue dada a conocer ayer por el Arzobispado de Córdoba.
De esta forma, el sacerdote fue sacado de su cargo de párroco de la iglesia San Cayetano del barrio Altamira, de la capital provincial.
El cura "permanece excluido de todo el ejercicio del sagrado ministerio, de acuerdo a las normas que obligan a los presbíteros que han sido dimitidos. Esta dimisión no está sujeta a ningún recurso", sostuvo en un comunicado el Arzobispado local, puntualizando así que Alessio no podrá pedir que sea revertida la medida.
"Me lo esperaba", sostuvo el religioso, a la vez que destacó que su "reflexión" ante esa decisión "es que más de 30 años al servicio del pueblo de Dios no han significado nada para la Iglesia Católica".
"Bastó que opinara distinto al Arzobispado para que me echaran. Fue una opinión civil (sobre el matrimonio igualitario), sólo eso bastó para que prontamente haya una sanción", expresó.
En cambio, el vicario judicial del Arzobispado, Dante Simón, negó que Alessio haya sido penado por "pensar diferente".
"En 2010 hubo muchas acusaciones en su contra, entre ellas por impartir el sacramento del matrimonio en forma contraria a lo que dice la doctrina católica. Concretamente, por haber casado a parejas del mismo sexo o divorciadas", sostuvo.
Alessio, quien fue ordenado sacerdote el 3 de diciembre de 1981, aseguró que la medida eclesiástica no lo afectará "en nada", ya que seguirá "compartiendo los sacramentos como hasta ahora" porque "a los fieles no les importan estas decisiones oficiales".
En cambio, para la Iglesia sus acciones como sacerdote no tendrán legitimidad.
"Para la Iglesia es así, pero si hago un bautismo o un casamiento me lo tendrán que reconocer porque no pueden borrar lo que soy: un sacerdote. Por más que a un médico lo despiden, sigue siendo médico", reflexionó.
Alessio se refirió así a que, para la Iglesia Católica, una vez impartido el orden sagrado del sacerdocio se lleva de por vida. En tanto, Simón destacó que "hoy está fuera del estado clerical y fue sacado de la lista de sacerdotes de la Iglesia Católica".
Asimismo, aseguró que "en todo momento se respetó su derecho a defensa, pero nunca quiso recibir las notificaciones" y tampoco aceptó ser representado por un abogado, por lo que se debió nombrar "uno de oficio", dijo, y posteriormente "nunca quiso apelar".
"Nunca quise defenderme porque hubiera sido avalar un juicio que lo consideré desde el inicio sin fundamento. Además, hubiera sido inútil porque ya estaba decidida la pena", explicó Alessio.
La ley de matrimonio gay argentina, la primera en América Latina, fue tenazmente rechazada por la Iglesia Católica, culto mayoritario en el país, en una ofensiva que lideró el ahora Papa Francisco, entonces arzobispo de Buenos Aires y primado de Argentina.
En los dos primeros años de vigencia de la ley, entre julio de 2010 y el mismo mes de 2012, unas 6.000 parejas homosexuales se casaron en Argentina, según la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT).
El año pasado, Argentina aprobó además una ley de identidad de género que autoriza a travestis y transexuales a registrar sus datos con el sexo elegido.
Uruguay se ha convertido esta semana en el segundo país latinoamericano en contar con una legislación que autoriza el casamiento entre personas del mismo sexo.
