El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) logró la identificación de 88 de las 121 tumbas de soldados caídos en Malvinas que permanecían sin nombre desde la guerra de 1982 en el cementerio de Darwin, según el informe que el organismo le entregó ayer en Ginebra a los gobiernos de Argentina y Gran Bretaña.
"Es un momento histórico", destacó el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, desde Ginebra a donde viajó por pocas horas para recibir el informe.
Avruj regresará a Buenos Aires para analizar y procesar toda la información recibida y comenzar el martes próximo una serie de entrevistas individuales con los familiares para informarles el resultado de los análisis de ADN, un proceso que se extenderá hasta mediados de enero, y que culminará con la organización de un viaje a las islas.
"Nos alegra saber que será posible devolver la identidad a muchos de los soldados no identificados y con ello brindar respuestas a una gran parte de las familias que esperan hace más de treinta años", afirmó el director de Actividades Operacionales del CICR, Dominik Stillhart, en un comunicado de prensa del organismo.
Allí se precisó que el equipo forense que trabajó durante durante siete semanas en el cementerio de Darwin, “ha identificado a 88 soldados, que representa una tasa de éxito alta, resultado del riguroso proceso de identificación forense”.
El cotejo de los ADN
La identificación de los 88 cuerpos se logró sobre la base de analizar 121 tumbas y 122 cuerpos que fueron exhumados en Darwin -de las 230 tumbas que hay en total- y su cotejo con la muestra de ADN que aportaron unas 107 familias que dieron su consentimiento para que el proceso se realizara.
Además de Avruj, participaron de la reunión en la que se entregaron los resultados finales los embajadores Héctor Marcelo Cima, de Argentina, y Julian Braithwaite, de Gran Bretaña.
Avruj contó que, apenas el CICR le entregó la información le transmitió la noticia al presidente Mauricio Macri, quien la recibió “emocionado y complacido”.
“Con Malvinas hubo muchos años de ausencia del Estado y este es un paso que nos eleva como sociedad. Durante años, la sociedad no supo abrazar a sus soldados”, sostuvo Avruj.
El proceso que derivó en la identificación comenzó el 2 de abril de 2012, cuando la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció que le había pedido a la Cruz Roja que intercediera ante Gran Bretaña para facilitar la identificación de los soldados caídos en la guerra.
Pero recién en diciembre de 2015, apenas asumido el gobierno de Macri, los gobiernos de Argentina y Gran Bretaña firmaron un comunicado conjunto en el que dieron cuenta de un acuerdo para “hacer todo lo posible” en pos de identificar los restos sepultados como NN en Darwin, “en cumplimiento de la obligación que les corresponde, según el derecho internacional humanitario, de identificar a los muertos en el campo de batalla”.
649 fueron los muertos argentinos. De ellos, 122 no estaban identificados y yacían en 121 tumbas.
Equipo de expertos global
De ese consenso surgió el denominado Plan del Proyecto Humanitario (PPH), por el cual se encomendó al CICR la tarea de identificar los restos de los soldados. Entre el 20 de junio y el 7 de agosto de este año, un equipo de catorce especialistas forenses -provenientes de Argentina, Australia, Chile, España, México y Gran Bretaña- procedió a exhumar, analizar, obtener muestras y documentar cada uno de los restos mortales sin identificar enterrados en tumbas marcadas con la leyenda "Soldado argentino solo conocido por Dios".
El análisis genético
Luego de un cuidadoso análisis realizado en una morgue equipada con alta tecnología, instalada provisoriamente en Darwin, cada uno de los cuerpos exhumados fue colocado en un nuevo féretro y sepultado en su tumba original el mismo día de su exhumación.
En tanto, el análisis genético de las muestras y el cotejo con las muestras de referencia de los familiares se realizaron en el laboratorio forense del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), en Córdoba y, en paralelo, otros dos laboratorios en Gran Bretaña.