La primera clasificación dentro de los colores es de fríos o cálidos: Los colores cálidos en interiorismo podemos definirlos como los que estimulan la actividad y generan felicidad, mientras que los colores fríos, favorecen la relajación, la tranquilidad y el silencio. Por otro lado, tenemos los colores híbridos (como el violeta) que en sus distintas tonalidades y combinaciones de colores puede causar ambas sensaciones.
Dentro de esta gran clasificación podemos indicar de manera generalizada que:
Colores fríos: azules, verdes son los reyes para aportar tranquilidad y sosiego.
Colores cálidos: naranjas, rojos y amarillos pueden ser los colores de la luz y la alegría, pero debemos de tener cuidado con los excesos. Son muy apropiados en la decoración de cuartos infantiles.
Colores híbridos: son aquellos que se acercan a todos y se pueden utilizar en combinación de colores para paredes con resultados perfectos. Y en este grupo, quizás podamos incluir los colores neutros. Son ideales para la decoración de dormitorios juveniles o individuales.
TIPOS DE COMBINACIONES
Monocromática: una forma segura de acertar sin arriesgar demasiado. Se trata de elegir un color único como base y aportar matices con sus distintas tonalidades e intensidades. Por ejemplo, si seleccionamos el lila como color predominante, podremos usar desde sus tonos más claros hasta violetas o morados para crear el contraste. Lo ideal, sobre todo, si el espacio es pequeño es combinarlos, además, con blanco o tonalidades neutras.
Analógica: es una forma de dar color a un espacio con matices muy bonitos y suaves. Consiste en reunir tres colores que son adyacentes en la rueda cromática, es decir, que están uno al lado del otro. Con ello, se crea una gran armonía en el espacio y una decoración muy atractiva. Si tomamos como ejemplo el amarillo como color primario, deberíamos combinarlo con tonos naranjas y verdosos.
Pares complementarios: En la rueda cromática estos están situados un frente al otro y, aunque son opuestos combinan bien en la decoración de interiores. Entre ellos encontramos la combinación rojo-verde, azul-naranja y amarillo-violeta. Una buena idea es comprar muebles como sillones o puffs y textiles de estos colores más vivos y complementarlos con colores claros en paredes y en el resto del mobiliario, así aportaremos más luminosidad al espacio.