El reciclaje creativo se viene arriba cuando se trata de encontrar utilidad, de dar otra oportunidad a objetos que parecen no tenerla. Son esas aportaciones tan especiales las que demuestran que dar una segunda vida a un artículo que estaba a punto de acabar en la basura, lo que hace tan fascinantes las propuestas de este tipo.
REUTILIZAR Y DECORAR
En este mundo nuestro, que tanto sublima los objetos únicos, el reciclaje de ventiladores sin uso se convierte en una oportunidad maravillosa para salvarlos de la basura y transformarlos en uno de esos insólitos objetos de decoración que acaparan todas las miradas.
Es una gran ventaja comprobar lo fácil que resulta hacerlo. Podemos convertir un viejo ventilador de sobremesa en un pisapapeles, sujeta libros o, por qué no, en una especie de rara escultura. Sobre todo, será sencillo si contamos con un ventilador que, además de estar vetusto es antiguo.
Será relativamente fácil encontrarlos en remates, anticuarios, chacaritas o en páginas de compra venta en internet.
Ojo al restaurarlos, porque aquellos que parecen desvencijados o con la pintura deteriorada tienen su encanto tal cual. Nuestro sentido común y buen gusto nos aconsejará qué hacer en cada caso, si repintarlos, pintar sus aspas de colores o simplemente limpiarlos para que luzcan su encantadora decadencia.
DESARMANDO EL VENTILADOR
Cuando el ventilador tiene un tamaño importante, lo primero es desmontarlo y utilizar las piezas, sobre todo las rejillas, para convertirlas en una original lámpara o, por ejemplo, en una divertida mesita auxiliar. Y, sea como fuere, desarmar un ventilador implica tener decisión y ganas de hacerlo. No será fácil hacer un buen trabajo, y en muchas ocasiones se necesita ser algo más que un principiante.
En especial, tengamos cuidado si queremos convertirlas en lámparas o en cualquier otro objeto que implique el uso de electricidad. Además del peligro que conlleva manipular cables, la estructura exterior de los ventiladores es metálica, con lo que el riesgo de que actúe de conductor de electricidad es importante. Por lo tanto, ante todo, precaución. Siempre será poca.
Si disponemos de una buena estructura metálica, podemos convertirla en un curioso zapatero. El resultado es increíble. No solo resulta decorativo, sino que además es tremendamente práctico. Como ocurre en tantas ocasiones, a veces una buena idea nos ahorra mucho bricolaje. Fijarse en ellas es otra manera de encontrar inspiración.