Buhardilla, desván, altillo… esos son algunos de los nombres con los que se denomina la última planta de una casa o un edificio, cuya característica principal es que tiene el techo inclinado.
Su decoración incluye las fantasías de crear un espacio único, independiente y funcional. Estos son algunos puntos claves con los que podrás decorar tu altillo de la mejor manera y sin cometer errores.
DETERMINÁ SU FUNCIÓN
Es importante porque, según el uso que quieras darle, deberás realizar pocas o muchas instalaciones. Por ejemplo, si la utilizarás para instalar tu sala de estudios, bastará con un buen sistema de iluminación y algunos conectores para tu computadora. Pero, si lo que querés es hacer una suite o una habitación de huéspedes, deberás tener en cuenta, además de la iluminación, un sistema de agua y desagüe.
BUSCÁ AYUDA PROFESIONAL PARA PLANIFICARLA
Si buscás que este espacio se adecue a tus gustos, deberás hacer grandes arreglos, que es mejor dejarlos en manos de profesionales, incluso, si es que necesitás algún permiso para construir.
LAS MEDIDAS DEBEN SER JUSTAS
No sólo deberás pensar en metros cuadrados, sino también en altura y en inclinación, debido a la forma de su techo. En cuanto a la inclinación, las zonas más bajas se pueden aprovechar para colocar muebles a medida.
LA ESCALERA, EL ACCESO
Sin dudas, la escalera será el acceso que debas ocupar cada vez que entres a tu altillo. Tenés varias opciones, por ejemplo, podés colocar una escalera rebatible, que se extiende y se pliega cada vez que la utilizás; también se recomienda el uso de las escaleras de barco, pero sólo de 65 centímetros de ancho. Las más corrientes y las menos complicadas de usar son las escaleras de caracol, además, ocupan menos espacio.
LUZ Y AISLAMIENTO TÉRMICO
La luz natural es la mejor, porque brinda claridad y ventilación a la buhardilla. En cuanto a la aislación térmica, es esencial, ya que es un espacio que lo requiere cuando se den temperaturas extremas, es decir, en invierno o en verano.
Como son espacios bajos, de poca altura, no tienen mucha luz y son muy apagados. Para contrarrestar estas características, se debe potenciar la luminosidad pintando las paredes de colores claros y abriendo algunas ventanas en el techo.