El presidente de Huracán, Alejandro Nadur, desmintió anoche que el mediocampista creativo Patricio Toranzo haya sufrido algún tipo de amputación en los dedos de su pie izquierdo y enfatizó que lo van “a seguir disfrutando” como futbolista. “No hubo amputación de ningún tipo.
El parte médico dice que hicieron una limpieza. Vamos a poder seguir disfrutando de Toranzo dentro de una cancha. Toranzo ya salió del quirófano y está con una ganas bárbaras de jugar el veintiocho el clásico” ante San Lorenzo de Almagro, hasta se atrevió a sostener Nadur en declaraciones para Fox Sports.
“El parte médico dice que simplemente le hicieron una limpieza para sacarle restos de vidrios, caucho y suciedad para evitar una infección”, insistió la máxima autoridad de Huracán con la intención de transmitir un mensaje tranquilizador.
De este modo Nadur salió a desmentir que al Pato Toranzo le hayan “amputado parcialmente cuatro dedos del pie izquierdo”, una información que más temprano tuvo su origen en declaraciones del médico del plantel profesional del Globo, Fernando Locaso, quien se halla en Buenos Aires.
El equipo de Eduardo Domínguez en la noche del martes había conseguido en tiempo de descuento la clasifiación para la fase de grupos de la Copa Libertadores de América y hoy se aprestaba a disfrutar del viaje de regreso a Buenos Aires cuando a pocos kilómetros del aeropuerto de Caracas el micro se quedó sin frenos y volcó en una maniobra que tuvo que realizar el chofer en su afán por evitar el riesgo de caer a un precipicio.
Desde entonces surgieron versiones preocupantes, especialmente vinculadas a la salud de Toranzo, aunque en el accidente otros dos componentes de la delegación también estuvieron entre los más afectados y ellos son el delantero Diego Mendoza (corte muy grande en un tobillo causados por esquirlas de vidrio y otro en un brazo) y el preparador físico Pablo Santella (lesión en la pelvis).
Fernando Salces, presidente de fútbol profesional de Huracán, relató el dramático accidente que sufrieron en Caracas y que pudo haberse transformado en una tragedia.
“Faltando dos kilómetros para el aeropuerto, el chofer se quedó sin frenos y además rompió la caja de cambios. Para evitar un accidente mayor subió a una rampa que tiene la ruta para frenar, chocó e hizo una maniobra para que el ómnibus no cayera al precipicio, pero volcó. Pensé lo peor, pero volvimos a vivir”, admitió Salces también en declaraciones para Fox Sports.
Nadur anticipó que la mayor parte de la delegación es factible que emprenda el regreso mañana a las 18 en un avión que les puso a disposición el gobierno de Venezuela. “Alguien desde algún lugar nos guió para que esto sólo haya sido un susto”, valoró el presidente huracanense.
Mientras tanto, el ambiente del fútbol se solidarizó en forma generalizada con el plantel del Globo y hasta desde el exterior llegaron mensajes de apoyo como los del crack del Manchester City y el seleccionado argentino Sergio Agüero y el que desde Chipre envió el ex capitán de River Plate Fernando Cavenaghi.
En cuanto a medidas práctica, la AFA suspendió el partido que los de Parque de los Patricios debían afrontar el próximo fin de semana frente a Tigre, por la competencia doméstica.
En diálogo con Un Buen Momento (Radio La Red), Mauro Bogado relató cómo fue el vuelco y sostuvo que las consecuencias pudieron haber sido más graves: “Sentimos un ruido de la caja del micro y al toque vino el Profe Santella diciendo fuéramos para atrás, que el micro se había quedado sin frenos. El chofer intentó chocar a una camioneta que estaba adelante para frenarlo, y ahí salimos para una subida de escape. Apenas subió hizo impacto y volcamos. Fue algo increíble, un milagro. Tuvimos suerte de encontrar esa salida de escape. Nos salvamos. De eso hablamos entre nosotros”, aseguró.
Leo Torrico uno de los afectados
Uno de los miembros del cuerpo técnico de Huracán es el mendocino Leonardo Torrico (hermano de Sebastián) y quien se encarga de la preparación de arqueros.
El Chavo, como se lo conoce en el ámbito futbolístico, tuvo lesiones en uno de los pies y le tuvieron que poner una bota. El mismo Leo mandó una foto a su familia, la que gentilmente se nos hizo llegar. Al parecer, uno de los dedos le quedó bastante golpeado.