Nos reunimos en el taller de los “Panamá”, una casita de San José de colorido frente. En medio de una galería con guirnaldas, una pelopincho azul y toallones colgados de un chapuzón previo, una mesa con un mantel blanco de verano y siete sillas. El timbre suena y dos perros, uno tinto y otro té con leche avanzan hacia la puerta a recibir a los artistas que completan la lista.
En total son seis, cuatro integrantes de Panamá Club, Alejandro Romero Marchesi y Elías Rodríguez de Mendoza, Franco Glellel de San
Luis y Gastón Castelli más conocido como Dotz, oriundo de La Pampa. Juntos, gracias a los diferentes estilos de cada uno, se complementan en una propuesta creativa que va desde el muralismo (tienen en su haber más de 80 murales realizados entre Mendoza, San Luis, Buenos Aires, La Pampa, Chile y México) hasta el diseño gráfico e industrial, pasando por la ilustración, la pintura, instalaciones y cualquier variable gráfica que se les presente como desafío.
Y el dúo Gaucholadri, compuesto por Federico Calandria, ilustrador y Marcos Zerene diseñador, quienes a partir de unir estilos en Chile y Europa, su más reciente viaje.
con el Gol" , Iconografía señalética tercermundista.
a pie, como generalmente lo hacemos.
un proyecto conjunto de serigrafía y diseño.
momentos entre amigos".
gritaban: "¡vuelvan a su casa, gauchos ladris!"
universal que nos conecta con la gente".
los artistas gauchos.
Si de hacer una proyección se trata, recuerdo cuando estuve en Valparaíso recorriendo esas casitas pintadas que me inspiraron y pensé en cómo me gustaría tener algo así en casa, en Mendoza. Comenta con su tono pensante Elías Rodríguez. Hay ciudades en el mundo que han aparecido en el mapa por el arte urbano, estuvo en sus planes y lo lograron. En Mendoza, si bien se han generado convocatorias en diferentes partes, como en Godoy Cruz, quizás el Departamento en donde más se ha hecho, incluso fue declarado Museo a cielo abierto, no vemos que estos eventos sean parte de un proyecto general e integrado. Nosotros hacemos esta movida, pero creemos que todavía no hay un plan con proyección en la provincia respecto del arte urbano.
El objetivo también es poder viajar
Tanto a los integrantes de Panamá Club como a los de Gaucholadri los entusiasma poder pintar más allá de las fronteras de Mendoza. Así es como el viaje más reciente fue a Europa en 2013 y lo realizaron los chicos de GL. Junto a artistas que los recibieron en diversas paradas del viaje, se dedicaron a visitar y plasmar sus ilustraciones en Madrid, Barcelona, Amsterdam, Berlin, Florencia y Roma.
"Vivenciamos lo complejo que es pintar en Europa, sobre todo por los conflictos entre bandas. Madrid por ejemplo parece una ciudad graffitera de los 70, hay pandillas que se enfrentan y nadie pinta a la luz del día”. A pesar de las restricciones, el colectivo de arte mendocino logró pintar siete murales en diversos rincones de Europa en veinte días.
Buenos Aires, la ciudad más activa del arte callejero en Latinoamérica
"Es sabido que Buenos Aires es de las ciudades escogidas por artistas de todo el mundo por la libertad que en ella hay para pintar. Los artistas saben dónde pueden pintar y dónde no y al pedido de permiso la respuesta de la gente es muy positiva. a Nación.
Los vecinos
Entre las cinco y siete horas, o tres días que generalmente dedican los chicos dedican a bocetar y pintar una pared, el vecindario se altera. “Mi impresión es que cuando los vecinos ven a un grupo de jóvenes en la calle lo primero que piensan es en que van a hacer daño. Sin embargo, al haber cada vez más murales, la gente está comenzando a tener otra respuesta. Ya se sabe que no es vandalismo todo lo contrario, que buscamos dar vida, color a una pared. Quienes ya nos ubican por la firma o el logo, se ponen contentos cuando se enteran que vamos a pintar. La gente se para a conversar, nos convida con mates y tortitas, así es como también nos han surgido encargos puertas adentro”. Comenta Franco Glellel
La búsqueda de "la pared"
Ni fratacho ni ladrillo, ni pintadas políticas con cal como abundan en Mar del Plata o Buenos Aires porque se descascaran. Las paredes tienen que tener una buena ubicación, mientras más transitadas sean, mejor, hay que observar si tienen árboles, cuál es su
movimiento, si hay buena onda en el vecindario para pintar o no.
Las casas antiguas son ideales para Gaucholadri. Como diseñadores gráficos, lo suyo son los elementos y objetos de la iconografía
popular que ellos en combinación con textos muy breves, re significan.
¿Qué piensan de una pared gris? El gris no genera nada en la gente, no te da personalidad. Cualquier cosa en una pared tiene más sentido que la pared gris. Depende de la gente pero, también, de los arquitectos. Me pregunto ¿qué distinta podría ser una generación
de jóvenes criados bajo la influencia visual de los murales en su plaza, en su escuela, en el barrio o la ciudad?. La gente tiene que darse cuenta que no somos locos, sino gente normal, diseñadores, ilustradores que pintamos en la calle porque nos gusta darle vida.
Sin embargo, hay personas que disfrutan de la pared blanca, es respetable, significa no querer que ningún estímulo cambie tu forma de pensar”. Concluye Marcos Zerene.