Si uno se pasa la infancia escuchando a Gardel, Bennie Goodman, el negro spiritual, las canzonetas italianas, la milonga rioplatense y los tambores afroamericanos, como lo hizo Hugo Fattoruso, es muy probable que tu cosmovisión musical se parezca a un collage de épocas, intérpretes y estilos.
No obstante, un Fattoruso inquieto, inspirado y curioso, influenciado por el talento de su padre y sus genes musicales, fue por más: construyó un particular espacio auditivo y ficcional en el que se absorben el world music y las raíces territoriales.
Y aunque pasen los años, el montevideano de 72 años y con 60 de trayectoria (comenzó a actuar a los 12 años tocando el acordeón y el piano en el Trío Fattoruso, junto a su padre, Antonio y su hermano Osvaldo), no ha querido definir su estilo.
No hace falta. Los melómanos que lo admiran identifican en su repertorio una fusión personalísima entre el rock, el jazz, el tango, el candombe y la murga.
A modo de ejemplo de sus mestizajes y sin ir demasiado lejos, podríamos citar tres álbumes recientes: "Dos orientales", con el percusionista japonés Yahiro Tomohiro en 2007, latin jazz con piano, órgano y percusión, "Tango del Este", de 2011, junto con el bajista Daniel Maza y su hermano Osvaldo Fattoruso (que falleció en 2012 a los 64 años), reseñado como una triple frontera de zapadas en formato trío y la colección "Piano Forever, en vivo en Argentina" de 2015.
-¿Cómo va a ser el show?
-La noche del show transcurre en diferentes sonoridades. No soy cancionista puro por eso uno tendría que tener una hinchada muy fuerte para cantar una hora y media. Aunque si fuera una hora y media de instrumentales también sería lo mismo. Yo los voy mezclando. De todas maneras más allá de mis temas propios, me gusta cantar obras de otros compositores, simplemente porque me emociona hacerlo. Y ahora que salgo con el piano solo, me encanta más todavía.
-Hay un tema con acordeón, "Cuando se miran". ¿Va a ser la oportunidad para que nos toque ese instrumento?
-En esta gira no puedo llevar mi acordeón. Por eso hemos pedido alquilar o que nos presten un acordeón de ochenta bajos o más. Toco algunos temas que compongo para ese instrumento pero en "Cuando se miran" no podría hacerlo solo, porque es una canción que tiene que tocarse a dúo, piano y acordeón. En el caso de la versión grabada con Chango Spasiuk y su acordeón hubo magia ahí.
-¿Por qué eligió sumarle "Adiós pampa mía" y "Mano a mano"? ¿Son sus tangos preferidos?
-Me incluyo entre todas las personas que las admiran como ¡Mariano Mores! ¡Francisco Canaro! Son tangos que escuché desde niño y anidaron en mi corazón. "Mano a mano" tiene un trazo fuerte. Ni si quiera hay que cantar la letra. Es difícil encontrar ahora composiciones con esa intensidad.
-Pero la canción romántica prevalece...
-Y me sale el italiano romántico que siempre he sido. Ese no muere nunca. Hay dos canciones, "Nueva" y "Estrellas" que pertenecen en realidad al CD que fue nominado a los premios Gardel, "Ciencia Fictiona" de 2005 y como ya llevaban diez años de historia quise reinterpretarlas aquí. Es un álbum que está orbitando.
-¿Usted es coleccionista de discos?
-No soy coleccionista. Algo tengo pero la mayoría de las músicas que voy descubriendo ahora las he encontrado en internet. Lo que a mí me gusta y me toca el alma son las canciones folclóricas y las regionales. No me viene el jazz urbano, o salido de alguna universidad, porque veo que le falta sal, laurel, ajo, tomillo.
A la música folclórica antes la encontrábamos en las disquerías, en la sección "World Music", pero eso también se fue llenando y había que pagar 25 mil dólares por las ediciones. Después pasó que tampoco se podría traer desde afuera. Hoy en día por internet se puede conocer de todo, aunque no pirateo nada voy escuchando tranquilo.
-Y cómo se lleva con esa convivencia entre la musical virtual y la que está en soporte físico?
-Estamos en 2016. Los tiempos cambiaron. Creo que eso no tiene arreglo. O es bienvenido o es malo pero en mi caso yo ya ni sé. La música virtual le quita sin duda lo que pueda ganar el músico cuando encara un proyecto de grabación pero ¿qué vamos a hacer?
-De todas maneras creo que a usted le gusta más tocar en vivo.
-Si uno fuese un superstar que vende tantos cd ¡Qué diablos me importaría si alguien me está pirateando! Ahora, en un caso como el mío, yo no vendo esa cantidad de cd's que podrían marcar una diferencia con un superstar.
Mi música con suerte está en órbita, pero nunca fue algo que se vendiera en cantidad, salvo lo que fue mi época con los Shakers. Mis discos no venden un número enorme entonces ¿Qué cazzo me importa si alguien me piratea o no? ¿Cuando me roba? ¿Diez dólares? ¿Pero qué hago con diez dólares? No me alcanza para nada. No compraría tanto en un supermercado. En definitiva; no sabría cuál es el balance de esta situación.
-Ahora acompaña a una nueva formación candombe "Quinteto Barrio Sur". ¿Cómo va ese proyecto?
-Barrio Sur está a punto de lanzar su primer trabajo discográfico. Después de esta gira y mi vuelta de Japón desaparezco como dos meses para terminar las mezclas, por ahí por noviembre. Le decimos Candombe World Temátika. En lo que está quedando de hecho hay cuatro candombes pero también hay un milongón tremendo.
Tiene todo el sabor del Barrio Sur y se terminó el partido. Pero también hay otros temas que tienen otras rítmicas. No es un disco exclusivamente de candombe.
Quinteto Barrio Sur nació a finales del año pasado a partir de unas composiciones de Hugo y Albana Barrocas (profesora de capoeira, baterista y percusionista uruguaya y pareja de Hugo), para el show de la comparsa "Cuareim 1080".
Ellos a su vez tienen el Ha Dúo pero con los hermanos Mathías (tambor-piano), Guillermo (tambor repique) y Wellington Silva (tambor chico), una familia que lleva 120 años difundiendo el candombe del emblemático Barrio Sur montevideano encararon este proyecto con una fuerte identidad de barrio.
La ficha
Hugo Fattoruso presenta "Piano Forever".
Día y hora: hoy, a las 21.30.
En: Sala Violeta, Centro Cultural Julio Le Parc (Mitre y Godoy Cruz, Guaymallén).
Entrada: 50 pesos.
El álbum
Nominado a los premios Gardel como "Mejor Álbum de Jazz" de este año, "Piano Forever, en vivo en Argentina", es una antología de canciones propias y ajenas y reversiones.
Registrado en distintos auditorios a lo largo de varios meses la placa tuvo la producción del propio manager de Hugo, Javier Celoria.
Con un estilo jazz romántico, en el que se alternan canciones de desenamoramientos y enamoramientos pasajeros y eternos, aquí su voz y piano expresan con más refinamiento su talento como instrumentista.
En el repertorio brilla el rock ("El karma", canción inédita de los Shakers y "Que tú tienes, eso?"), el tango (reversiones jazzeadas de "Adiós pampa mía" y "Mano a mano"), los aires del candombe y la milonga ("Desterrado"), la balada jazz ("Yo ya lo sabía", de la también uruguaya Carmela Barbé) y mucho más de Fattoruso en primer plano con "Cuando se miran" (con Chango Spasiuk en acordeón), "Figuras y reflejos", "Puertas del emperador", "Nueva" y más.