En los penales de Boulogne Sur Mer y San Felipe un grupo de reclusos se mantiene desde algunos días sin comer, como medida para llamar la atención y solicitarle a la Justicia que acelere la resolución de sus planteos de detención en alguna vivienda.
Los reos señalan que se encuentran hacinados en los pabellones y que esto representa riesgos de contagios.
Muchos de los que protestan se han cosido la boca para visibilizar la medida y en El Borbollón, el penal de las mujeres, se plegaron con fotos e imágenes que se viralizaron y en las que aparecen tapándose los labios.
Frente a esto, y en el contexto de ingresos a diario, las autoridades están revisando la disponibilidad de pulseras y tobilleras electrónicas para los controles, mientras se trabaja en la creación de una aplicación que a través de teléfonos celulares pueda hacer el seguimiento de los reclusos en sus domicilios.
Además, el juez penal Sebastián Sarmiento firmará un habeas corpus para otorgar domiciliarias a quienes hayan sido condenados a un año de prisión efectiva y que ya estén cerca de cumplirlo.