Grupos de ambientalistas de General Alvear y San Rafael cortaron rutas en distintos puntos de estos departamentos con el objetivo de rechazar el proyecto Hierro Indio.
Una vez que el proyecto fue aprobado, los cortes se levantaron y se hizo una asamblea que acordó armar dos carpas hasta el día en que Diputados trate el proyecto. Una estará frente al municipio y la otra frente a la delegación del Departamento General de Irrigación.
También se informó durante esta reunión que el intendente Juan Carlos De Paolo estaría dispuesto a presentar una acción de amparo para evitar la aplicación de la ley.
En las primeras horas de la mañana distintos grupos comenzaron a apostarse en las inmediaciones de los puntos de ingreso a Alvear.
Así fue como se iniciaron los primeros cortes intermitentes en Ruta Nacional 143 Sur y calle O (paraje de Poste de Hierro), Ruta Nacional 188 y calle 25 (Bowen) y en San Rafael en la 143 Norte a la altura de La Olla (Real del Padre y también en la Ruta Provincial 202 Jaime Prats y en el arco de ingreso a la ciudad de San Rafael.
Los cortes comenzaron siendo de apenas cinco minutos, en los que se entregaba folletería. Sin embargo, de a poco fueron endureciéndose hasta llegar al corte total. Como cada asamblea actuaba de forma individual, los primeros en tomar esta determinación fueron los manifestantes que se encontraban en Ruta 202 y luego los demás los imitaron.
Estas medidas de fuerza continuaron mientras en el Senado se debatía el futuro de este proyecto que intenta buscar hierro en el departamento de Malargüe. De esta manera, ese departamento sureño quedó totalmente aislado.
“Algunos entienden el mensaje y el reclamo que estamos realizando pero hay otros que no”, indicaba Aníbal Luna, uno de los referentes de estos grupos.
Es que en algunos de los puntos de protesta se vivieron momentos de verdadera tensión: en Bowen un automovilista intentó evadir el corte pero fue inmediatamente detenido por los manifestantes, lo que originó un tumulto que afortunadamente no pasó a mayores.
En el corte que se realizaba en la zona de La Olla, una mujer que viajaba en colectivo se hartó de la espera y descendió del micro agrediendo físicamente a una joven que se encontraba manifestándose, por ello los presentes debieron intervenir para calmar las aguas.
Pero no todo fue tensión ya que en la calle 25 los presentes tuvieron una grata sorpresa cuando uno de Los Visconti llegó por casualidad al lugar y amablemente accedió a sacarse fotos con los asambleístas. Además improvisó algunas canciones de su repertorio y apoyó abiertamente la lucha de los grupos ambientalistas que se mostraron en contra de Hierro Indio.
Durante la tarde los cortes se mantuvieron durante toda la sesión del Senado hasta que finalmente se conoció la noticia de que el proyecto Hierro Indio había sido aprobado.
Aplausos, silbatinas y confusión de las barras
Mientras los legisladores sacaban cuentas febriles, en las barras había presencia antiminera y prominera, aplaudiendo o abucheando según quién hablara y qué argumentos desplegara. Es cierto que quienes no transitan los pasillos legislativo no conocen las volteretas del destino político y por lo tanto pueden quedar fuera de juego e interpretar mal lo que sucede en el recinto.
Por ejemplo, cuando la senadora Wanda Paredes anunció su rechazo a los dos despachos en danza, obtuvo una cerrada ovación de parte de los antimineros, algunos de los cuáles habían viajado desde General Alvear y vieron con alegría que su legisladora se oponía. La realidad es que ese rechazo permitió al oficialismo restar un voto al bloque opositor a Hierro Indio.
Al arranque, quien recibió una ovación y una silbatina fue la senadora del Frente para la Victoria y presidenta de la comisión de Ambiente, Ana Sevilla, quien apenas hizo una descripción de los informes que incluía la Declaración de Impacto Ambiental de Hierro Indio.
Uno de esos informes indicaba que el proyecto era técnica y ambientalmente viable. Entonces los impulsores de la minería presentes aplaudieron rabiosamente; los detractores, no.
Había organizaciones ambientalistas de toda la provincia en contra; en la otra vereda estaban cámaras empresarias, el sindicato de trabajadores mineros y profesionales vinculados a la minería, como la Asociación Geológica de Mendoza.
Lo que se votaba ayer era autorizar la prospección y exploración al noroeste de Malargüe, en la vieja mina Hierro Indio, que estuvo operativa hasta mediados de los '70.
Los detractores, principalmente los senadores Alejandro Molero (UCR) y Noelia Barbeito (FIT), argumentaban que los estudios estaban incompletos, que faltaba el informe sectorial de San Rafael y General Alvear, los otros dos departamentos que están en la cuenca hídrica del Río Atuel (la veta de hierro está a algo más de dos kilómetros de las nacientes de ese cauce).
Todo esto configura supuestas violaciones a las leyes mineras y ambientales, incluida la ley nacional 26.639 de Glaciares. Además, aunque la exploración no vaya a usar agua, las actividades futuras de explotación sí la usarán y podrían también contaminar las aguas del Atuel.
El gran temor de los detractores es que Hierro Indio podría ser la primera puerta abierta a la minería.
Del otro lado, particularmente los oficialistas Sevilla y Fernando Simón, indicaban que se votaba sólo la primera etapa y que en ésta no hay afectación ambiental ni se sobrecarga el ecosistema y que todos los informes técnicos presentados daban pruebas de ello, incluida la Universidad Nacional de Cuyo y el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla).