Los trabajadores del sector privado cobrarán un bono de fin de año no remunerativo de por lo menos 2.000 pesos, que podrá ser mayor según próximas negociaciones por sector, "compensatorio" de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios como resultado del desfasaje entre los aumentos logrados en paritarias y la inflación.
El bono para los empleados públicos nacionales, que extraoficialmente estaría acordado en algo más de 2.000 pesos, será definido en los próximos días por el Ministerio de Modernización, mientras que el Gobierno nacional dejará en libertad de acción a las provincias para que decidan si lo aplican o no y en el primer caso con qué montos.
Así se acordó ayer respecto del primer punto en una negociación de casi cuatro horas que reunió en un salón del Museo de la Casa Rosada (ex del Bicentenario), alrededor de una mesa redonda y ubicados de manera intercalada, a 30 personas. Eran funcionarios encabezados por el jefe de Gabinete, Marcos Peña; dirigentes de la CGT con el triunvirato Héctor Daer-Juan Schmid-Carlos Acuña al frente, y del Grupo de los 6 que integran las principales centrales empresarias. (Todos hombres, salvo la abogada de la CGT, Marta Pujadas.)
A partir de este acuerdo, como de los alcanzados el miércoles de la semana pasada entre la CGT y el Gobierno (bono de fin de año de 1.000 pesos para jubilados y pensionados que cobran el haber mínimo y para beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, más eximición parcial del pago de Ganancias sobre el próximo aguinaldo para los salarios brutos de hasta 55.000 pesos), se dio un paso casi decisivo para la suspensión de la convocatoria a un paro nacional para el que el triunvirato cegetista está facultado desde hace poco más de un mes.
“El anuncio oficial sobre la suspensión definitiva se producirá una vez que se confirme cuál será el bono de fin de año para los estatales”, dijo a este diario una fuente calificada de la CGT.
También confirmó que la reunión del Consejo Directivo prevista para hoy será seguramente la semana próxima.
Es que el triunvirato no quiere (en medio de una negociación que, aunque definitivamente encaminada, aún no finalizó), ceder un escenario como la reunión del Consejo para que su secretario gremial y adjunto de camioneros, Pablo Moyano, tenga una amplificación de su postura disidente frente al que definió como un “bonito” findeañero y proclive a una medida de fuerza contra la política gubernamental.
Ayer el hijo de Hugo dio la nota al pegar el faltazo a la reunión.
Bendición de la Iglesia
Los tres acuerdos alcanzados en la reunión, primera del llamado "Diálogo para la Producción y el Trabajo", bendecido por la Iglesia Católica, fueron dados a conocer a la prensa en la Rosada por Peña y cuatro de los cinco ministros intervinientes en la reunión: Jorge Triaca (Trabajo), Alfonso Prat Gay (Hacienda), Francisco Cabrera (Producción) y Mario Quintana (coordinador interministerial). No estuvo ninguno de los dirigentes empresariales y sindicales.
Peña dijo que el acuerdo “contempla la posibilidad de superar” el paro y que por tratarse de “un documento político, no de un decreto ni una orden judicial”, las empresas no están obligadas a pagar el bono. Aunque se descuenta que sí lo harán por el compromiso público contraído; en el caso de las Pymes, contarían con facilidades de los bancos para hacerlo, dijo.
La Iglesia respaldó lo que fue la reunión inaugural de la mesa tripartita. Si bien no asistió ningún obispo, la Conferencia Episcopal (CEA) envió una carta con la firma de su presidente, monseñor José Arancedo.
En ella valoró la convocatoria, pero tuvo un reclamo frontal para el Gobierno y los empresarios. “Es un momento de responsabilidad en la clase dirigente, llamada a generar fuentes de trabajo que promuevan la libertad y la dignidad de las personas”, afirmó. Les recordó: “No nos olvidemos que la mayor pobreza es no tener trabajo”.
Puntos principales
-Institucionalizar el Diálogo para la Producción y el Trabajo con, al menos, "los actores hoy presentes, los cuales se volverán a reunir durante la primera quincena de noviembre y de diciembre del presente año".
-Los Trabajadores y los Empleadores abrirán "una negociación por sector para el pago de un Bono extraordinario de Fin de Año. Éste tendrá la forma de suma no remunerativa, y servirá como compensación de la evolución salarial respecto de la inflación durante 2016. Se acuerda como referencia/base un monto de $ 2.000 por trabajador".
-Utilizar como eje articulador de la agenda de trabajo conjunta "los 8 ejes del Plan Productivo Nacional".
