Las negociaciones para levantar el paro de micros de larga distancia volvieron a fracasar hoy, pese a las advertencias del gobierno sobre sanciones a empresas y gremio, por lo que sigue la medida de fuerza que en cinco días dejó varados a 400.000 usuarios y generó protestas en Retiro.
Grupos de pasajeros mantienen cortada desde las 14 la avenida Antártida, en los accesos a la terminal de Retiro, donde se manifestaron contra la continuidad de la huelga y denunciaron falta de asistencia y venta de comida en mal estado.
Tanto la UTA como las cámaras empresarias del sector confirmaron hoy que no hubo acuerdo en la reunión que mantuvieron en la cartera laboral, aunque manifestaron disposición para continuar negociando para destrabar el conflicto. En tanto, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, sostuvo que de continuar el paro no se descarta sacarle la concesión a las empresas de transporte y pedirle a la Justicia que le quite la personería jurídica a la Unión de Tranviarios Automotor (UTA).
Mario Calegari, vocero de la UTA, dijo a DyN que "fracasó todo, el paro continúa. Nos fuimos del ministerio de Trabajo con las manos vacías", pero manifestó que "estamos disponibles las 24 horas y esperamos volver a ser convocados".
El portavoz del gremio atribuyó la falta de acuerdo a la "negativa" del sector empresario a otorgar un aumento del 23 por ciento.
En tanto, Mario Verdaguer, de la Cámara Empresaria de Larga Distancia (CELADI), afirmó que "lamentablemente el paro continúa", al retirarse de la sede de la cartera laboral, donde estuvo reunido durante cuatro horas con el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, y delegados del gremio.
El empresario dijo que intentarán "instrumentar todos los medios necesarios" para destrabar el conflicto, pero ratificó que no pueden afrontar el aumento del 23 por ciento que reclama la UTA y que el ministerio de Trabajo les obliga a pagar a través de una resolución.
Verdaguer también cuestionó la política gubernamental de subsidios, al asegurar que "se está subsidiando a los pasajeros de aviones, que no son los que necesitan".
Asimismo, alertó que sin subsidios "vamos a tener que prescindir de 5.000 o 6.000 trabajadores".
"Hemos sido informado de que el Estado no tiene nada para resolver. Están haciendo falta 100 millones de pesos. Si esto es subsidio o no, llámenlo como quieran. Nosotros estamos pidiendo auxilio económico bajo cualquier nombre que ellos quieran", aseveró.
Mientras sigue el paro de los choferes de larga distancia, unos 400.000 pasajeros continuaban varados en todo el país, muchos de los cuales debían viajar por trabajo o para visitar a familiares enfermos.
"No se puede más. Hace dos días que estoy acá, necesito viajar por trabajo. Se me fue la plata. No puedo más", dijo a la prensa un hombre que hace tres días espera en Retiro.
En tanto, otro grupo cortó la avenida Antártida, para protestar por el paro y criticar que nadie ceda para encontrar una solución.
Además, denunciaron "avivadas" de parte de remiseros y otros transportes, que les ofrecen llevarlos a sus destinos a precios excesivos.
La huelga comenzó el jueves a las 14 después de que la UTA denunció la negativa de las cámaras empresarias a otorgar un 23 por ciento de aumento salarial y advirtió sobre posibles despidos.
Ayer, el gobierno consideró que existe "complicidad" entre sindicalistas de la UTA y empresarios para mantener la protesta. Por su parte, la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) aplicó sanciones a 130 empresas que durante estos días no ofrecieron el servicio de transporte de larga distancia.
No hubo acuerdo en el quinto día sin micros de larga distancia
El Gobierno, empresarios y el gremio UTA se reunieron por más de tres horas pero no lograron destrabar el conflicto en el que se mezclan reclamos salariales y de falta de competitividad.
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