El hombre se acomoda el sombrero, abraza la guitarra y toca un country en su mecedora. Le sobrevuelan dos viejos conocidos: Leonard Cohen, Johnny Cash.
Y el rock que su padre, melómano empedernido, le transmitió desde la infancia. Reencontrado con su espíritu de cowboy melancólico, hace sus canciones.
Ha pegado un timonazo. Después de seis intensos años de integrar FAAUNA (junto al fundador Cristian Del Negro), Arturo Gueglio ha decidido empezar una aventura diferente. Ya no la cumbia psicodélica ni el sound system, sino la canción que abreva en el blues y el country, que compone en su cuarto íntimo del delta del Tigre y que hoy se sube a mostrar en este lejano oeste con la acústica al cuello.
Hay una historia, claro. Empezó jugando con las cuerdas en su niñez porteña y, al crecer, fue pasando por la cadencia lógica: punk rock, ska, reggae.
Su primer proyecto musical serio se llamó Tribal Zion. Reggae en español inspirado por la vibra orquestal que tomó el género fuera de Jamaica.
Pero una tarde en una terraza tucumana, en medio de una gira por el norte con los Tribal Zion, Arturo conoció a Paz Ferreyra (Miss Bolivia) y esa noche se subió a corear "La revolución del baile" con ella.
“Ahí empezó algo grande”, recuerda. Ya intrigado por el sound system (“las bandejas, el micrófono y empezar a batirla”), por el hip hop y el rap, se embarcó con Miss Bolivia durante tres años.
Y en una de las venidas con ella a Mendoza, vio en el escenario a "dos pibes con unos mamelucos fosforescentes, agitando una psicodelia que yo no había escuchado y el público abrazando eso". Eran Cristian Del Negro y Federico Rodríguez: el dúo FAAUNA, que ya impactaba a nivel internacional.
Arturo siguió con Miss Bolivia y realizó una gira europea. FAAUNA hizo su recorrido mundial, hasta el fallecimiento de Federico en Brasil.
"En Mendoza hay una nueva generación de músicos que ya entendió muchas cosas y que está marcando la escena a nivel nacional", dice.
Pero en 2012, la historia los cruzó nuevamente y Gueglio pasó a integrar, junto con Del Negro, la nueva etapa del dúo bestial. "Cristian me pasó todo lo que me tuve que aprender en un mes. No me sacaba los auriculares para incorporarme los temas. Dormía escuchándolos, a ver si se me quedaban grabados en el subconsciente", cuenta.
El 2 de octubre de ese año, sonó por primera vez convertido en el Zit de FAAUNA, en el Konex. Muchos nervios y emoción. "Ahí arrancó un historión de seis años. Años de rock".
Para el Ep fáunico de 2013, “Al plato” , Arturo compuso “Llegamos”, que completa los dos temas de Color Kit y se lanzó con video. Y en el último disco, “Psicodelia Cosa Seria” (2015), se consolidó como dupla creativa.
"FAAUNA sin duda es pionero de la cumbia digital. Resiste al archivo. Pero como pasa a veces con los pioneros, inspiró a otra gente que avanza sobre ese terreno. Ahora está Dengue Dengue Dengue, el dúo electro peruano que somatizó la movida Zizek".
Un año atrás, Gueglio empezó a reencontrarse con otra línea musical. Se compró un micrófono estéreo y grabó canciones en una sola toma con guitarra. “Hallelujah” de Cohen, por ejemplo.
Así nació el proyecto “La habitación de mi cama”, una serie de temas grabados en un cuarto propio o prestado. Y pronto empezó a componer en inglés y en un géneros que no había trabajado antes y a redescubrirse en el folk y el blues.
El resultado de este nuevo rumbo son las canciones que esta noche van a sonar en el Willys Bar y mañana en Parador Burzaco, algunas junto a Matías Torres (Maluko), uno de los compañeros de este proceso de cambio.
Y esto es casi una presentación oficial del Arturo Gueglio solista, aunque tiene la idea de pronto conformar su banda.
¿Por qué en Mendoza? Una, porque aquí se está viendo una escena poco común. "Una nueva generación que ya entendió muchas cosas y que está marcando la escena a nivel nacional". Otra, porque aquí hay amigos. "Los músicos son aquí como un familión".
La ficha
Arturo Gueglio
Día y hora: hoy, a las 23 en Willys Bar (Mitre 1371, Chacras). Entrada: $50.
Mañana, a las 23, en Parador Burzaco (Panamericana frente a los caracoles de Chacras).